Izquierda Unida asume la marcha de Valderas sin convulsiones internas
La asamblea aprueba la gestión de los últimos cuatro años con el 74% de apoyos
La marcha de Diego Valderas al frente de la coordinación de Izquierda Unida de Andalucía está siendo muy plácida. Ni convulsiones, ni desgarros, ni tensiones internas en una fuerza política con fama de jaula de grillos, pero a la que la entrada en el Gobierno andaluz (un centenar de sus dirigentes trabajan para la Administración) ha tenido efectos calmantes. Acostumbrados a unas asambleas parecidas a la guerra de guerrillas, Valderas se va de manera tranquila, sin que nadie le llore, pero entre fuertes aplausos (su gestión fue aprobada por el 74%) y con una sucesión bien atada por el Partido Comunista de Andalucía, la fuerza hegemónica, en torno a un desconocido Antonio Maíllo como próximo coordinador.
En la 19º asamblea de IU que desde este viernes se celebra en Bormujos (Sevilla), con un coste de 80.000 euros, Izquierda Unida no parecía la Izquierda Unida de siempre, de tanta tranquilidad. La noche anterior IU desactivó un potencial problema por la deuda que mantenía con una empresa y cuyos trabajadores amagaron con organizar un escrache.
Maíllo, que mantuvo múltiples contactos con los delegados, ha querido que hoy fuera el día de Valderas, el su despedida, aunque en el horizonte se vislumbra nubarrones con forma de dos cabezas. El coordinador saliente seguirá de vicepresidente de la Junta, pero el principal interlocutor ante el resto de los partidos, principalmente el PSOE, será Maíllo.
En su informe de gestión, Valderas ha hecho autocrítica por la debilidad de IU como organización
A partir de ahora, Valderas tendrá como misión acoplar el trabajo de las tres consejerías de IU y estará presente en la dirección con un cargo que aún no tiene nombre. Ha negado que se vaya a producir un problema de bicefalia. Pero cuando los periodistas le han preguntado si concurriá por cuarta vez como candidato a la Junta, recurrió a su metáfora favorita para evitar una respuesta: “Hay que cavar los olivos a tiempo”.
En su informe de gestión ante los delegados, Valderas ha hecho autocrítica por la debilidad de IU como organización, donde militan 8.753 militantes y cuya implantación territorial tiene muchas calvas en el mapa andaluz. La deuda de la organización es de 1,5 millones de euros. Hasta hace muy poco, IU no sabía quién pagaba o no pagaba cuotas, de ahí que los problemas sobre el censo de los delegados en las asambleas siempre habían sido motivo de enormes trifulcas. “No había más de tres liberados y medio para cubrir toda Andalucía”, se ha quejado Valderas, quien ha asegurado que deja una federación “con salud interna y externa”. Nada ha dicho de los cientos de independientes que a lo largo de sus 12 años de mandato se han marchado de IU por la asfixia ejercida por el Partido Comunista en el que milita.
En el haber, Valderas ha destacado la impronta que está dejando IU en Gobierno andaluz, empezando por el decreto de la función social de la vivienda, pero también el hecho que de que haya llevado “a todo el Consejo de Gobierno” a renegar del pacto de PSOE y PP para cambiar la Constitución y sacralizar el techo del déficit.
En su última conferencia de prensa como coordinador, Valderas se ha emocionado. “Vaya carrera universitaria qué he hecho en estos 12 años. Lo quiero poner en valor hoy, porque a veces ha habido críticas injustas sobre mi nivel [académico]. Y he conocido a universitarios que no lo tenían y a muchos jornaleros que tenían un nivel altísimo”.
Hasta el sábado por la tarde no se confirmará si Maíllo tendrá que medirse a otra candidatura. Izquierda por la base, que no es una corriente organizada, anunció que presentará una lista alternativa encabezada por la concejal Encarnación Milla, quien tiene detrás a la CUT, la única voz crítica de la asamblea.
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