Adiós civil a José Luis Sampedro
Un homenaje multitudinario en el Ateneo evoca la figura del pensador fallecido
Orfandad. Añoranza. Ausencia. Tal fue anoche la estela de sentimientos que recorrió los ánimos de centenares de personas reunidas en el Ateneo de Madrid para evocar al escritor, pensador y maestro recientemente fallecido a los 96 años, José Luis Sampedro. Su figura y su obra cobraron vida al calor de un puñado de relatos signados por el afecto, que fluyó sereno pero incontenible a través de 12 intervenciones de un abanico de personas con él relacionadas, desde la actriz Pilar Bardem y los periodistas Rosa María Artal y Juan Cruz, hasta el político Federico Mayor Zaragoza. Panelistas y asistentes crearon en torno a José Luis Sampedro un “cielo de cariño”, como enunciara Iñaki Gabilondo en su breve parlamento.
Abrió el afectivo fuego Carlos París, presidente de la institución cultural anfitriona, que definió a Sampedro como “economista de pensamiento y de práctica, pero no de la tropa de quien nos fustiga, sino de quien encarna la economía humana, progresista”. París resaltó el compromiso social adquirido por Sampedro con su tiempo, valor del que dijo “forma parte del ideario del Ateneo”. Sofía de Roa, joven alumna del profesor ribereño y vinculada al movimiento del 15-M, despertó la emoción contenida de los reunidos al anunciar: “no vamos a poder olvidar su mirada cándida, cristalina; tampoco su voz dulce“, para añadir luego: “él nos enseñó a decir que otro mundo no solo era posible, sino seguro”.
De Roa dijo también pertenecer a “una generación difícil de engañar” y mostró el agradecimiento de los jóvenes hacia las verdades sobre la libertad aprendidas de su maestro, de quien recordó la anécdota según la cual, a propósito de si el 15-M se iba a convertir o no en un partido, él le aseguró que se propuso “crear el PPP, es decir, un partido de plaza, pueblo y palabra”. Algunas lágrimas acudieron a los párpados de muchos asistentes cuando la joven recordó otra frase de Sampedro, relacionada con el 15-M y enunciada poco antes de su muerte: “me voy tan campante, porque me habéis dado la alegría de mi vida”, en relación a la efervescencia política juvenil vivida en las calles y plazas de España a raíz de aquella fecha de 2011.
Ingenuidad incontaminada
La periodista Rosa María Artal remarcó la “ingenuidad incontaminada de su personalidad” y subrayó que el legado recibido de José Luis Sampedro “nos compromete a sembrar información y pensamiento crítico (…) para impedir que la involución, que ahora sufrimos, triunfe”. Tanto Las Veneno, Soledad y Gracia Olayo, como el dramaturgo Miguel del Arco, leyeron sustanciosos textos del escritor, mientras la editora y librera Lola Larumbe, en su intervención, evocaba momentos en los que su amigo y maestro le escribía: “estoy muy agradecido porque me veo envuelto al completo por vuestro cariño”, para proclamar a continuación “perdonadme si alguna vez no lo hice bien”; a modo de despedida Larumbe le dijo: “Gracias, joven maestro”.
Por su parte la actriz Pilar Bardem confesó haber dicho solo dos veces “te amo” a dos hombres: “La primera, siendo adolescente, se lo dije a Gregory Peck , que había venido a rodar Moby Dick y la otra, ya mujer adulta, cuando le espeté a Sampedro: 'Te amo por tus palabras, por tus escritos, José Luis”. Recordó Bardem la frase del homenajeado: “Tenemos no solo el derecho, sino también el deber, de vivir” y sus referencias a “los 40 años en las catacumbas del franquismo y estos 30 de primavera, de nubosidad variable”, en relación al período democrático. El escritor y periodista Juan Cruz envió un mensaje evocador de la memoria del profesor y maestro, mientras el ex Rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, contó cómo mientras los economistas clásicos estudiaban el origen de la riqueza, “mi maestro José Luis Sampedro nos hablaba en la Facultad de la “montaña de hambre” que aún acompaña a la Humanidad”.
El periodista Iñaki Gabilondo subrayó por su parte la necesidad de emprender “un viraje profundo en la dirección del hombre, en el sentido en el que José Luis Sampedro lo trazó” y destacó “el cariño inmenso hacia él mostrado por parte de una ancha banda social”. Concluyó las intervenciones Federico Mayor Zaragoza, que definió al economista fallecido a los 96 años como “un hombre-faro y vigía junto al cual, las alas de tu libertad, crecen” y Olga Lucas, compañera de Sampedro, que aseguró “haber acudido llorada al homenaje”, si bien en su curso no pudo contener las lágrimas y agradeció a los asistentes, señaladamente mujeres, el afecto allí recibido. Culminó el acto con la interpretación, por parte de la chelista Blanca Martín Muñoz, de un emotivo preludio de Juan Sebastián Bach y, acompañada por la pianista Patricia Pérez Isla, un vibrante fragmento “El cisne”, de Camille Saint Saëns. La música contribuyó a paliar, siquiera un poco, la aflicción surgida anoche en el salón de actos del Ateneo de Madrid.
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