Sito Miñanco pide la condicional para ir a trabajar como operario en bateas
El narco declara como imputado por blanqueo mientras espera la libertad
Dos años después de que la Audiencia Nacional le concediese el primer permiso carcelario al cumplir las tres cuartas partes de su segunda condena de 16 años y 10 meses, el narcotraficante José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, ya se prepara para obtener el tercer grado penitenciario en régimen de libertad condicional. Miñanco ha presentado ya un contrato laboral indefinido, uno de los requisitos exigidos para obtener esta clasificación como garantía de que el penado se va a reinsertar en la sociedad con un trabajo estable, además del arraigo familiar. Cuando salga de la cárcel, Miñanco, de 58 años, se dedicará al duro trabajo de las mejilloneras como un bracero más, contratado por un productor de la Ría de Arousa propietario de varias bateas.
El capo logró todos los parabienes de la junta de tratamiento de la prisión de Huelva para la concesión del primer permiso en mayo de 2011, en contra del criterio de la Fiscalía y del juez central de Vigilancia Penitenciaria. La sala, presidida entonces por el magistrado Javier Gómez Bermúdez, que se opuso a un permiso anterior, estimó en un auto que había que “empezar a prepararlo para la vida en libertad”. Aunque la condena de Prado Bugallo no se extinguirá hasta 2018, el auto de libertad argumentó que “no puede dejarse de valorar el importante tiempo que ya ha cumplido en prisión”, frente al elevado riesgo de fuga del interno y al hecho de que cometió otro delito de tráfico de drogas cuando en 2001 se encontraba en libertad condicional por su primera condena en 1994 de 20 años y tres meses.
Si logra la condicional, Miñanco sería el cuarto gran narcotraficante gallego en abandonar la cárcel en los últimos dos años, después de Manuel Charlín Gama, su hija Josefa, Laureano Oubiña y Alfredo Cordero. Prado Bugallo se encuentra actualmente en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) después de haber recorrido varias cárceles de máxima seguridad por su clasificación como preso Fies (Fichero de Especial Seguimiento). En estos dos últimos años ha logrado 13 permisos ininterrumpidos y ninguna incidencia. En medio de estas salidas esporádicas, Prado Bugallo se ha visto envuelto en otras causas abiertas por blanqueo de dinero por la Agencia Tributaria. Una de ellas quedó archivada a propuesta de la Fiscalía pero la segunda podría llegar a poner en peligro su libertad condicional si no corre igual suerte.
Ayudas de la Xunta para un imputado
La reactivación de las pesquisas por blanqueo contra Sito Miñanco salpican también al que durante años fue su mano derecha y que, tras salir de la cárcel, se convirtió en un empresario de éxito en O Salnés: José Alberto Aguín Magdalena, alias O Rubio de Aios. Aguín, que ya ha comparecido como imputado ante el juez de Cambados que lleva el caso, está vinculado, según datos del Registro Mercantil, a 12 empresas, la mayoría promotoras inmobiliarias aunque también posee negocios de gasolineras.
Aguín Magdalena se ha apuntado también a las energías renovables. Dos de sus sociedades acaban de resultar beneficiarias de subvenciones del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), un organismo dependiente de la Consellería de Industria, para la instalación de paneles solares en sus estaciones de servicio. Enxeñería dos Recursos Enerxéticos, SL y Estación de Servicio Xesteira, SL, dos firmas de las que Aguín es administrador único según el Registro Mercantil, presentaron ante la Xunta sendos proyectos de energía solar térmica por idéntico importe (9.785,76 euros). El listado publicado en el Diario Oficial de Galicia revela que cada una de ellas ha recibido 2.334,6 euros, una ayuda financiada con fondos Feder. “Supone una inversión muy interesante para reducir costes y así poder ganar en competitividad”, afirmaba recientemente Aguín Magdalena sobre este proyecto en una publicación digital sobre energías renovables. La empresa Enxeñería dos Recursos Enerxéticos, titular de una gasolinera en Lerez (Pontevedra), fue fundada por el presidente del PP de Caldas de Reis y exjefe territorial de Urbanismo de la Xunta en Pontevedra, Evaristo Juncal Carreira, que se la vendió a Aguín Magdalena en 2002.
La Inmobiliaria San Saturnino, la empresa en la que Miñanco apareció vinculado a principios de los años ochenta, en pleno apogeo de sus negocios como capo del contrabando de tabaco, se ha convertido en un quebradero de cabeza para él. La Fiscalía le vuelve a acusar de blanquear dinero del narcotráfico y ha imputado en las mismas diligencias a su exmujer, a una de sus hijas, a una cuñada y al empresario José Alberto Aguín Magdalena, O Rubio de Aios, el que fuera durante años su lugarteniente.
El juez de Cambados que instruye el caso ya los ha interrogado a todos, incluido a Miñanco que declaró a través de videoconferencia desde prisión. Su abogado, José María Barrena, sostiene que en la empresa, que se creó en 1982, Prado Bugallo solo tuvo, en un momento dado, poderes de representación, pero que nunca formó parte de la sociedad. Barrena alega que la promotora ya fue investigada por la Audiencia Nacional a mediados de los noventa y que el mismo informe de Hacienda sirvió de base a la causa anterior que fue archivada. “Entonces porqué se centran en ella treinta años después, si mi cliente lleva separado de su mujer desde 1989 cuando su residencia habitual era entonces Panamá”, insiste.
A la espera de que se analicen nuevos documentos solicitados por la Fiscalía y por las defensas, Miñanco espera que llegue la libertad condicional. Su abogado ha confirmado que un juzgado de Madrid acaba de admitir a trámite una denuncia contra un medio de comunicación nacional por injurias y calumnias. Miñanco pretende con ello despejar las dudas que rodearon su puesta en libertad el 12 de junio de 2011. El cese del director de la prisión de Huelva tras denunciar un preso que le regaló coches a cambio de permisos, sembró de interrogantes el informe favorable que la junta de tratamiento hizo del narco gallego. De hecho, la Fiscalía Antidroga confirmó que a Miñanco se le había requisado una agenda con anotaciones comprometedoras sobre pagos que había ordenado desde su celda y que estaban siendo investigados. El abogado afirma que no existe tal incidente en su historial y que nunca han citado a su cliente para que declare sobre ello.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.