El hundimiento de CiU fuerza a Mas a tomar la iniciativa frente a ERC y Duran

“Las bases del partido están desorientadas; si frenamos el proceso soberanista Esquerra Republicana se nos comerá; y si lo aceleramos también será ERC quien lo capitalice. Falta liderazgo y perfil propio”. Quien llega a esta conclusión es un destacado dirigente de Convergència Democràtica, el partido de Artur Mas, preocupado por las señales de fatiga que está mostrando el proyecto político del presidente de la Generalitat. Sin presupuestos y sin una salida evidente para el proceso soberanista, Mas se ha quedado sin iniciativa, algo que le penaliza enormemente en las encuestas. El presidente catalán intentará darle la vuelta a la situación hoy en la presentación de su plan de Gobierno para la legislatura que comenzó en enero. Aunque han pasado ya seis meses desde que fuera reelegido, Mas no tenía a punto este plan. Sin embargo, la acumulación de malas noticias los últimos días —entre ellas un sondeo que vaticina una debacle para los nacionalistas— le ha obligado a adelantar su presentación.

Hoy Mas comparecerá ante la prensa para transmitir la imagen de que no es un gobernante débil en manos de Esquerra Republicana. Y para dejar claro que tampoco su socio de coalición, Josep Antoni Duran i Lleida, le marcará el camino a seguir. Por esta razón el presidente catalán intentará dejar claro que tiene proyecto más allá de la consulta soberanista y de los recortes. Mas, según explicaron ayer fuentes del Gobierno, quiere ponerse al frente de aspectos con amplio apoyo social más allá de las filas de su partido. En este sentido, pondrá como máxima prioridad la defensa de la escuela catalana y del catalán como idioma vehicular, algo que queda amenazado por la ley Wert. También intentará dejar atrás la imagen de dogmático de la austeridad para augurar que los recortes están llegando a su fin porque el Estado de bienestar se tambalea por momentos. No se esperan anuncios que conlleven gasto. Las depauperadas arcas de la Generalitat tampoco lo permitirían.

Las encuestas señalan una Convergència i Unió fagocitada por Esquerra, que podría convertirse en la primera fuerza en Cataluña

En CiU hay la esperanza de que en los próximos meses los catalanes vuelvan a ver a Artur Mas como un dirigente al frente de un Gobierno que, aunque en minoría, es capaz de pactar con unos y otros para llevar a cabo sus proyectos. El socio minoritario de la federación, Unió, insistió ayer en este sentido. Los democristianos están muy disgustados con la situación que revelan las encuestas: una Convergència i Unió fagocitada por Esquerra Republicana, que podría convertirse en la primera fuerza en Cataluña. Y también están preocupados por el trasvase de votantes hacia posiciones abstencionistas. Con este panorama, Unió reivindicó ayer el papel de CiU como “algo más que un partido nacionalista” y abogó por dejar el discurso radical en manos de ERC. El portavoz democristiano Antoni Font tuvo un último recado para los republicanos y los sectores más soberanistas de Convergència. La consulta, dijo, no tiene por qué celebrarse en 2014, como figura en el pacto de Gobierno que firmaron Artur Mas y Oriol Junqueras, en nombre de ERC. “Si para aumentar los apoyos a la consulta hay que esperar al año siguiente o más allá, pues se puede hacer”, dijo Font en línea con las tesis de Josep Antoni Duran i Lleida.

Mas tendrá que hacer frente a presiones justo en sentido contrario procedentes de ERC. Los republicanos le pidieron ayer que exija en este mismo mes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la convocatoria de un referéndum de independencia. Los republicanos también forzaron ayer un acuerdo de mínimos para aprobar este año algunos incrementos de impuestos con el fin de minimizar los recortes. Ante esta situación de complicada gobernabilidad, el PP y Ciutadans comienzan a plantear ya medidas de choque. Ambos amagaron ayer con presentar hoy incluso una moción de censura.