Diplocat denuncia en París la falta de reconocimiento de Cataluña
La red 'diplomática' inicia en Francia su gira para explicar el proceso soberanista
Cuando fallan los políticos, hay que intentarlo con la sociedad civil. Y, después del fiasco de Artur Mas, presidente de la Generalitat, en su visita parisina del lunes (cuando el ministro de Defensa francés suspendió una reunión prevista) ayer Diplocat tanteó la vía de la sociedad civil para explicar al mundo las bondades del soberanismo. Diplocat, la red de diplomacia amateur de la Generalitat, eligió París para celebrar su primer acto internacional, un itinerario gestado para argumentar y debatir las aspiraciones independentistas y sumar apoyos al proceso.
Diplocat organizó una conferencia bajo el título a Ley al servicio de los pueblos: el derecho a decidir de Cataluña, celebrada en un aula de la Escuela de Derecho del Instituto de Estudios Políticos-Sciences Po de París. Contó con el profesor del Instituto Guillaume Tusseau, como anfitrión y con el filósofo Josep Ramoneda, presidente el Institut de Recherche et d'Innovation y conocido en los círculos pensadores de París. A los dos ponentes se le añadieron el directo de Diplocat, Albert Royo, y Muriel Casals, presidenta de Òmnium Cultural.
El acto se realizó tras la fugaz visita del lunes pasado de Mas a París
La red diplomática recibió el espaldarazo de Tusseau, profesor de derecho público en el Sciences-Po. Tusseau advirtió que “el Estado español no podrá negarse a reconocer la voluntad mayoritaria del pueblo catalán”. De hacerlo, apostilló el profesor, “cometería una violación de los derechos humanos y sería una causa que justificaría la independencia”, dijo durante el debate. Tusseau calificó de “falsa” la afirmación hecha por el presidente el Gobierno español, Mariano Rajoy, que defendió la inviabilidad de los Estados pequeños y dio por hecho que, en caso de independencia, no habrá conflicto. “La viabilidad de los Estados pequeños está prácticamente asegurada”, argumentó. “El precio de la independencia es mucho más bajo que hace cincuenta años porque la ONU garantiza la paz en todo el mundo y el comercio está garantizado por la UE y la Organización Mundial del Comercio”.
Casals explicó su visión del contexto histórico-político que rodea la aspiración soberanista. Casals incidió en el aspecto positivo de la inmigración —“Somos todos mestizos”— y puso el acento en la “fiscalidad injusta” que, en su opinión, impone España a Cataluña. Una fiscalidad, dijo, que “perjudica a los más desfavorecidos”. También se refirió al aspecto educativo y, en particular, a las iniciativas legislativas adoptadas por el actual Gobierno, con la Ley Wert al frente. “Vivimos como una agresión la legislación educativa española”, aseguró Casals, que pronosticó que una Cataluña independiente “permitirá mejorar la relación con nuestros vecinos”.
Muriel Casals deplora en la conferencia “la fiscalidad injusta”
Ramoneda recogió el guante de Casals y sentenció que “el problema central es la falta de reconocimiento”, por parte del Estado de las aspiraciones de un pueblo que quiere, en una proporción creciente, su emancipación. El ensayista recordó el proceso del Estatut como “el último intento” de tener una relación fluida y equitativa con el Gobierno central, y lamentó la actitud del Tribunal Constitucional en torno a la celebración de una consulta soberanista.
Una vez expuesto el contexto histórico, Ramoneda formuló el siguiente interrogante: “¿Por qué se produce en estos momentos la eclosión del independentismo catalán?”. El pensador citó varios factores: el demográfico, el relevo generacional, el componente económico y por último el político, centro de su argumentación. “El régimen político heredado de la transición se ha revelado como ineficaz en muchos sentidos”, dijo Ramoneda. A juicio del filósofo, el regimen actual carece de “mecanismos ágiles para la renovación”. Y recordó la única reforma “vergonzosa” realizada en la Carta Magna desde su aprobación.
Josep Ramoneda lamenta la “nula voluntad” de diálogo del Gobierno
Ramoneda entiende que Cataluña ya ha superado la etapa del pacto fiscal y ha pasado a la del referéndum de autodeterminación, refrendada por las manifestaciones masivas de apoyo y los resultados electorales. Este “desplazamiento del eje del catalanismo al independentismo” es recibido con “incomprensión” en el resto de España, según el escritor, que criticó “la nula voluntad de diálogo” exhibida por el Gobierno central. La conferencia celebrada en París se produjo justo la semana en que Esquerra ha apremiado al Ejecutivo de Mas a acelerar el proceso soberanista. Con prisa o sin ella, Ramoneda quiso dejar claro que “no es evidente que haya una mayoría favorable a la independencia” y que “aún hay mucho trabajo por hacer”.
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