El Primavera arranca con ganas

Desde la media tarde ya habían ayer escuetos regueros de personas acercándose al Fórum. Avanzadas las horas, a eso de las 20:00 horas, el río era ya muy caudaloso. Eran los primeros asistentes al Primavera Sound, que comenzó ofreciendo varios conciertos gratuitos allí donde hoy mismo el festival desplegará todos sus poderes ante una multitud que agotó los abonos hace semanas. En un ambiente que no se sabía si calificar como de inicio o de final de temporada, con muchos chiringuitos aún cerrados y los accesos a la mayor parte de los escenarios vedados, la jornada de ayer sirvió para que la multitud fuese tomando las medidas a un recinto en el que a pleno rendimiento el festival ubicará una docena de escenarios en la que se perfila como su edición más exitosa. En el interior del recinto lo primero que aguardaba era un trípode con una cámara de fotos ante la que posaba la que parecía una modelo. Sí, el lugar está de moda, no es precisa la sagacidad para averiguarlo.

Justo a mano derecha un pequeño escenario ofrecía el espacio para que bandas más o menos noveles actuasen ante la curiosidad de los que justo entrar se detenían ante el primer concierto. Por allí pasaron desde las 18:00h bandas como La Big Rabia, Norma o Telebit, aspirantes a actuar en próximas ediciones en papeles algo menos secundarios.

Uno de los espectadores era Alberto Guijarro, codirector del Primavera Sound, que echaba en falta la fiesta de inauguración del año pasado, que tuvo lugar en el Arc del Triomf. Las razones que han aconsejado abrir este año el Fòrum por vez primera en miércoles fueron económicas: “Con lo que hemos que tenido que apretar los presupuestos por el IVA no podíamos permitirnos instalar otro escenario fuera, donde ya los tenemos todos preparados para mañana y podíamos aprovecharlos hoy”. Con todo, Alberto suspiraba con añoranza: “allí, frente al arco…. era precioso”.

Calentamiento

Mientras al final del recinto, casi tocando al mar, comenzaba la actuación de Guards, en el escenario situado en uno de los anfiteatros del Fórum, una chica preguntaba casi implorante a los caminantes si eran personal local. ¿Razón? casi todos los asistentes en esta jornada de calentamiento eran extranjeros y su promoción, un nuevo modelo de automóvil, se destinaba exclusivamente al público local. Otra estampa que ya comienza a ser habitual en el Primavera es la presencia de niños, todos ellos debidamente protegidos por cascos que les aíslan del volumen de los equipos. Resulta señal inequívoca de que a pesar de que el público siempre parezca el mismo, tiene un año más y algunos de ellos, sobre todo entre los extranjeros, ya dejó la treintena hace tiempo. Y es que ellos, los foráneos, abandonan mucho más tarde la asistencia a festivales que el público local. De momento.

A todo esto The Vaccines ya bramaban en escena su pop acelerado con guitarras nerviosas. Canciones breves, casi telegráficas e impetuosas para cosechar las primeras salvas de aplausos. En apenas una hora despacharon su material mientras oscurecía y el relente, un preaviso de lo que se avecina las tres próximas noches, provocaba gestos de encogimiento entre los que se tomaron al pie de la letra la primavera barcelonesa. Más tarde, los nacionales Delorean cerrarían la primera noche del festival, en la que se estrenó un nuevo invento llamado al éxito: la barra móvil expendedora de cervezas. Se mueve sin necesidad de que quien mira esté ebrio.