La cobertura del ‘caso Ester Quintana’, principal queja de la audiencia de TV-3

La cobertura de el caso de Ester Quintana, la mujer que perdió el ojo izquierda en la huelga general del 14-N en Barcelona, presuntamente por un proyectil lanzado por los Mossos d'Esquadra, motivó las quejas de los espectadores de TV-3. Según la defensora de la audiencia de la Corporación Catalana de Medios Audivosiuales, que ha colgado hoy en su web el informe anual de consultas atendidas, el caso de Quintana fue el que más quejas recibió. "Los autores de los comunicados consideran que se había dado poca cobertura informativa", resume Adelina Castillejo, defensora de la audiencia de la CCMA. La audiencia también se quejó de la poca cobertura de las protestas ante la sede central de CaixaBank. Como respuesta, Castillejo elaboró una lista de los espacios donde se había hablado del tema.

La defensora de la audiencia atendió en 2012 un total de 44.800 comunicados, a través de su web o del teléfono. De estos, un 11% son quejas, prácticamente 5.000. A parte de la cobertura informativa, los temas que más protestas han motivado fueron la finalización de las emisiones vía satélite del canal internacional de TV-3 y la reordenación de canales de la CCMA: el cierre de IcatFM en la radio y 3xL en la televisión, y la fusión del 33 y el Club Super 3 en un único canal.

Otro tema que generó controversia fue la Marató de la Pobresa, una edición especial de la gala benéfica que se celebró el 27 de mayo. La oposición criticó su emisión al considerar que era hipócrita en plena época de recortes. Las quejas recibidas por la defensora ahondan en esta tesis, ya que consideran "que no era TV-3 quién había de recoger fondos para resolver esta problemática, sino la administración", según el informe. 

La polémica sobre el programa Bestiari Il·lustrat, en el que el escritor Jaïr Domínguez simulaba que disparaba sobre dibujos de diferentes personalidades, también llegó a oídos de la defensora de la audiencia. El programa se retiró temporalmente y su directora dimitió, y las quejas remitidas a la defensora (unas veinte) difieren: unas lamentan que no se hubiera revisado su contenido antes de emitirlo y otros criticaron las medidas que tomó TV-3.