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El turismo también destruye empleo

El sector pierde más de 30.000 puestos de trabajo en Cataluña desde el principio de la recesión El paro se ceba en el litoral y las zonas de interior

Lluís Pellicer
Piscina de un hotel en Vilaseca-Salou.
Piscina de un hotel en Vilaseca-Salou. josep lluis sellart

El sector turístico sigue aguantando el tipo ante la recesión. Sobre el papel, Cataluña recibió más turistas extranjeros, y estos gastaron más. Solo el turismo local empañó la estadística. Y aun así, esta industria ha destruido 30.200 puestos de trabajo desde el principio de la crisis, en 2008, según el Instituto Catalán de Estadística (Idescat). Solo Barcelona, según las patronales, se salva de la pérdida de empleo. Y a las puertas de una temporada turística más incierta que la del año pasado por la recesión en la que ha entrado la zona euro, hoteles y restaurantes de la costa de momento mantienen sus plantillas congeladas.

De acuerdo con los datos de Idescat, en el primer trimestre de 2008 el sector turístico empleaba a 340.300 personas, mientras que en el arranque de 2013 tenía 310.100 trabajadores. En el camino se han perdido el 10% de los empleos del que hasta el momento ha sido un sector refugio para la economía catalana. “El sector está tirando, pero con muchos meses desiguales. Salvo Semana Santa, el primer trimestre ha sido durísimo, Barcelona ya no llena todo el año, en la costa las temporadas son mucho más cortas y el interior se ha convertido en un destino de fin de semana. Ante esa situación, el sector está pidiendo más flexibilidad a los trabajadores”, explica Domènec Biosca, presidente de la Asociación de Directivos y Expertos en Empresas Turísticas.

Las estadísticas del sector acusan una fuerte estacionalidad. Es decir, en los meses de verano repuntan para luego hundirse en invierno. Pero si se hace una media de los empleos que hay durante el año, estos han descendido en más de 10.000 en este periodo.

El pinchazo del turismo español, que el año pasado descendió por encima del 6%, ha castigado los destinos de costa e interior. “Los establecimientos del interior dependemos mucho más del turismo local y de viajantes o comerciantes que se van moviendo por el territorio. Y ahora las empresas han eliminado esas pernoctaciones”, explica el responsable de Turismo de la patronal Pimec, Jaume Marimon.

Los alojamientos del interior de Cataluña, además, sobrevivían también gracias a la restauración. “Las fondas servían comida a los trabajadores de las industrias locales. Y esas fábricas suponían que siempre hubiera alguien en la pensión. Ahora muchas de esas industrias han cerrado o se han trasladado y nos hemos quedado sin clientes”, añade Marimon.

Ese descenso del turismo nacional y la bajada de precios en los establecimientos del litoral ya han supuesto una reducción de los puestos de trabajo. Pero ahora, cuando ya se acerca el arranque de la temporada turística, los hoteles no están contratando a personal.

“Las plantillas están bajo mínimos y muchas empresas hacen trampas. Estamos denunciando que hay gente con contratos de 30 o 40 horas que hace más sin cobrar, y en algunos locales incluso hay gente sin contratar”, lamenta el secretario general de la federación de Hostelería, Comercio, Turismo y Juego de UGT, Óscar López, quien opina que la destrucción real de puestos de trabajo en Cataluña supera los 180.000.

El responsable de Comercio, Hostelería y Turismo en CC OO, Manuel García Murillo, señala que mientras el volumen de visitantes en marzo se incrementó el 8%, el de empleados solo lo hizo el 3%. Y el incremento, añade, se debe a que la Semana Santa fue en ese mes.

Las agencias de colocación también han visto reducido sus contratos con el sector turístico. En Manpower, por ejemplo, descendieron el 8%, y para este año apenas hay demanda en las zonas costeras. “En el primer trimestre hemos visto que el sector ha pasado dificultades. Hay menos contratos de trabajo y estos son más cortos”, explica el director general de Manpower en España, Manuel Solís.

Para verano igualmente pintan bastos. La recesión en la zona euro siembra dudas acerca de la marcha de la temporada, y la tendencia de los turistas a reservar sin apenas antelación no permite planificar el verano y preparar contrataciones al margen de los fijos discontinuos.

“Creemos que no se va a contratar prácticamente a nadie”, agrega Óscar López. Solís sostiene que cada vez “se contrata más tarde”, cuando llega “la punta de trabajo. Antes se tiraba mucho de camareros para banquetes y festejos. Todavía funciona, pero hay un descenso muy significativo”, explica Solís.

El director general de ManPower añade que en la ciudad de Barcelona el mercado laboral está algo más animado. Algo que también confirma el director general del Gremio de Hoteleros de la capital catalana, Manel Casals, quien acota la pérdida de empleo en algunas agencias de viajes tradicionales. "Tenemos más turistas y más establecimientos, así que se ha creado empleo”.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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