Cinco individuos roban una joyería en Carabanchel y se dan a la fuga

Nuevo golpe a una joyería en Madrid. Cinco individuos han robado esta noche en una joyería situada en el distrito de Carabanchel, según han confirmado fuentes policiales. Los asaltantes han huido con un Audi por la calle Marqués de Vadillo y hasta el momento no se han producido detenciones.

Los hechos han ocurrido poco antes de las 23.00 horas en el número 3 de la calle Antonio López, en la joyería relojería Escudero. Según las primeras investigaciones, los cinco individuos han bajado del Audi y han reventado el cierre metálico del establecimiento. Después, han destrozado la puerta de acceso, pese a tener cristal blindado y ser de seguridad. Los cinco individuos se han metido en el local y han arrasado con todas las alhajas que estaban a su alcance. Todavía se desconoce la cuantía de lo robado.

Después se han montado en el Audi y han huido, según algunos testigos, a toda velocidad. Al lugar se han desplazado agentes de la comisaría de Carabanchel, que están custodiando el local. También han accedido especialistas de Policía Científica que están realizando la inspección ocular, para intentar coger huellas que permitan detener a los autores.

Fuentes de la joyería explicaron a EL PAÍS que la tienda lleva abierta unos 15 años y que tan solo habían tenido dos altercados de menor importancia. En una ocasión, le rompieron un cristal sin llegar a sustraerle nada. Y en otra le robaron una manta de alhajas al descuido. Estas mismas fuentes destacaron que los ladrones debieron ser muy habilidosos porque habían destrozado el mármol del suelo para romper el cierre. Esto no se realiza en poco tiempo. También añadieron que el valor de lo sustraído no será mucho porque tenían todo el material de valor guardado en la caja fuerte y que son muy pocas las joyas que se quedan en los expositores. “De todas formas han tenido que tardar un tiempo en cometer el robo y nadie lo ha tratado de impedir. Es lógico porque la gente tiene miedo”, señalaron estas fuentes.

Uno de los principales problemas que veían los propietarios era que la tienda podría quedarse abierta ya que nadie lo iba a arreglar en un día festivo y encima de noche. Los dueños esperaban a que terminara su trabajo la policía para evaluar el montante de lo sustraído. “Antes estábamos en una calle cercana y ahí sí sufrimos tres atracos. En uno incluso hubo hasta tiros”, concluyeron estas fuentes.