Un boquete de 32 años
El Espanyol, por primera vez en tres décadas, no ha hecho debutar a ningún jugador del filial
No se miró hacia abajo. En el mercado de invierno, con el equipo descompuesto y en el pozo, el cuerpo técnico del Espanyol no atendió al filial, también raquítico por una herencia tan desgastada como deformada. Nada nuevo en este curso, donde por primera vez en 32 años —cuando debutaron los porteros Custers (Helmond Sport) y Espinosa (Jaén), el lateral Job (Badajoz), el medio Lauridsen (Esbjerg) y el zaguero Miguel Ángel García (Jerez)— no se ha ascendido a un solo jugador del Espanyol B al primer equipo, por más que Víctor Álvarez tenga ficha del filial.
“Ha habido razones poderosas”, señala el técnico Aguirre; “si bien adelgazamos con las salidas invernales (Galán, Albín y Rui Fonte) y con la lesión de Longo, el B sufría mucho y queríamos dejarlo en paz”. Igual opina Ángel Morales, responsable económico de la cantera: “En diciembre la situación era crítica y la solución era mirar fuera, aunque lo han arreglado los de dentro”. Y amplía el coordinador del fútbol base Jordi Lardín, ex canterano: “El filial no pasa por su mejor momento, no hay jugadores para subir”.
De la cantera a la Liga
► Temporada 2008/09 (1 jugador). Sielva (At. Malagueño)
► Temporada 2009/10 (8). Márquez (Mallorca); Baena; Javi López; Víctor Ruiz (Valencia); Pedraza (L'Hospitalet); Amat (Rayo Vallecano); Didac Vilà (Milan); y Azrack (Melilla).
► Temporada 2010/11 (9). Molina (Huesca); Álvaro Vázquez (Getafe); David López (Leganés); Raúl Rodríguez; Rui Fonte (Benfica); Eric López (Villareal C); Víctor Álvarez; Thievy (Las Palmas); Isaías (Ponferradina).
► Temporada 2011/12 (6). Christian Alfonso; Cristian Gomez; Bakari (L'Hospitalet); Edgar Badía, Clerc y Quaye (Espanyol B).
► Temporada 2012/13 (Ninguno hasta la fecha).
El legado en el filial es terrible, tanto que en este verano el Espanyol compró una plaza para Segunda B (estaba en Tercera) y fichó a 17 jugadores, casualmente de representantes comunes. “No sé si era una idea acertada… No me quejo”, señala Lardín; “pero no hipotecaremos el futuro del siguiente coordinador para que deba rehacer al Espanyol B; a todos los del filial se les hará contrato de un año más uno, este unilateral para el club”. Una fórmula que favorece las próximas renovaciones y funcionamiento del equipo surtidor, pero que al mismo tiempo abre puertas a otros clubes que se ahorran la cláusula. “Para atarlos hay que tirar de ingenio”, cuenta Morales. “Que hagan la pretemporada con el primer equipo, que se entrenen con los profesionales, ascenderles una categoría, enseñarles un camino viable a Primera”, abunda Lardín.
Tampoco entienden como un problema los recortes en los sueldos del fútbol base. “Hay un límite salarial que debemos cumplir”, sentencia Lardín; “sin que pasen apuros, pero tampoco le da para lujos”. Aunque Morales, que maneja un presupuesto de cuatro millones, matiza: “Hay un punto en el que no puedes recortar más porque el producto será malo”. Interviene Lardín: “Podemos ahorrar en muchas cosas, pero no en los jugadores, la materia prima”. Materia que siempre da resultado, como el reciente torneo internacional Sub-17 conquistado en Abu Dabi ante el Dinamo de Zagreb —contaba con siete internacionales— y el Sporting de Lisboa, entre otros; o las copas alzadas por el Alevín B y Juvenil A en el MIC. “Pero el objetivo no es ganar títulos”, admite Morales; “sino que lleguen al primer equipo”.
Para ello, Aguirre —aún sin renovar— y el director deportivo Perarnau configuran un plan a medio plazo, con la mirada puesta a tres años vista. Así, si creen, por ejemplo, que Sergio García deberá ser reemplazado, se formará a un delantero para entonces. “O se fichará”, cuenta Lardín. Aunque casi siempre se traerá a jugadores de Cataluña, para evitar los costos de la residencia. “Si es de fuera, tiene que mejorar mucho lo de aquí porque significa mucho gasto”, apunta Lardín, aunque desliza que ya se ha fichado a un chico de Murcia y a otro de Venezuela para el próximo curso.
Aguirre ha citado hoy, frente al Granada, a Jonathan de Amo, que podría ser el primero en debutar este año. “Es algo circunstancial”, suelta el técnico. Pero también es una exigencia que se ha puesto Lardín para los cinco años que tiene firmados con el Espanyol. “Para que estemos satisfechos, cada año tiene que subir y asentarse un mínimo de un futbolista del filial al primer equipo”.
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