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UGT se impone el reto de acercarse a parados y movimientos sociales

Josep Maria Álvarez abre nuevos retos y da mayor protagonismo a su sucesor, el presidente del Comité de Empresa de Seat

Clara Blanchar
El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, y su nuevo número dos, Matías Carnero.
El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, y su nuevo número dos, Matías Carnero.Massimiliano Minocri

Tras la votación del jueves a última hora de la tarde, Josep Maria Álvarez fue ayer de nuevo proclamado secretario general de UGT. Afronta su último mandato con el reto de acercarse a los parados y a los movimientos sociales, para lo que el sindicato ha creado dos secretarías específicas. “Hay que estar en la calle, gastar zapatos”, exclamó el líder durante su discurso de clausura. La otra gran novedad del congreso es la creación de una figura inédita: la de secretario general adjunto, cargo que recae en el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero.

Su designación como número dos persigue darle visibilidad en un sindicato que está llamado a liderar. Carnero, con todo, pide calma e incluso reclamó públicamente a Álvarez que se presente de nuevo dentro de cuatro años (cuando llevará 27 en la dirección), aunque defendió que la figura del próximo líder de UGT puede estar “aquí, entre los delegados, o fuera, en una fábrica haciendo sindicalismo”. Carnero fue correspondido y Álvarez también le lanzó un guiño cuando, al hablar de la importancia de la negociación colectiva, recordó: “Aquí hay gente que ha sudado para que hoy en Martorell se produzca el [Audi] Q3”.

Aquí hay gente que ha sudado para que hoy en Martorell se produzca el [Audi] Q3 Matías Carnero

Carnero no se cansa de repetir que quiere presentarse a las elecciones sindicales de Seat de 2015, empresa en la que dice tener dos cuestiones pendientes: la posible adjudicación de la producción de un nuevo todoterreno a Martorell y el nuevo convenio. Como sucediera hace cuatro años, la mayor industria catalana volvió a colarse en el congreso de UGT. En 2009 fue gracias a la adjudicación a la planta catalana del coche de Audi. Pero aquel fue un congreso más caliente, probablemente por la buena noticia y porque la crisis apenas asomaba. En esta edición, en cambio, el segundo día se colaba el mazazo de la noticia de los 902.300 parados en Cataluña.

Además, la situación en el sindicato, por más que el lema del congreso haya sido Temps de Lluita, es de preocupación. Preocupación por una situación financiera complicada por la caída de casi un 20% de ingresos y por la dificultad de mantener la moral de la tropa, atrapada por las malas noticias en las empresas. Las gradas del pabellón donde se celebró el congreso, en la Vall d'Hebron de Barcelona, ayer no estaban cubiertas ni en la mitad de su aforo.

En sus intervenciones durante el Congreso, Álvarez ha rehuido la autocrítica, pero no así el secretario general confederal, Cándido Méndez. “Tenemos que estar más cerca de nuestros afiliados y delegados, que las están pasando canutas”, defendió, además de apostar por “explicar bien qué hace el sindicato” y evitar personalismos: “un sindicato no se puede resumir en un cabeza de cartel, eso es un tic de partido político”.

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El primer día, durante los turnos abiertos de palabra, también hubo críticas a la falta de proximidad, llamamientos a tomar nota de la capacidad movilizadora de movimientos sociales como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca e interrogantes sobre cuestiones como la utilidad de tres huelgas generales en apenas cuatro años. El protocolo de unidad de acción con CC OO obtuvo el respaldo del 88% de los votos, superior al 45,7% de apoyo que recibió en el congreso de CC OO.

“Tenemos que estar más cerca de nuestros afiliados y delegados, que las están pasando canutas”

Matías Carnero: experiencia sindical pero no institucional

Clara Blanchar

El flamante número dosde UGT en Cataluña, Matías Carnero, tiene cuatro años por delante en los que compaginará la presidencia del comité de empresa de Seat con el papel de mano derecha del secretario general. "Ganas de luchar, todas, pero nos esperan cuatro años complicados", admite. A Carnero, de 45 años, le sobra experiencia en la fábrica y carisma, pero su perfil institucional cojea.

Lleva casi 20 años liberado en Seat, a la que se incorporó en 1987, en la línea de producción del Marbella. Preside el comité desde 2001 y lo primero que hace cada día es consultar la lista que le pasan sus compañeros con las llamadas del día anterior. Responde a todo el mundo, aunque pasen 48 horas. “El tú a tú con los compañeros es una de las claves del presidente de un comité”. Con “los alemanes”, en referencia al Grupo Volkswagen, dice que la clave es “mirarles a los ojos”. “Yo me fijo mucho y sé si me engañan”, dice. También hay quien le acusa de ser muy próximo a la empresa y pactar cuestiones de espaldas al resto de sindicatos.

Pero esa proximidad que exhibe con los directivos de Seat la ejerce con todo el mundo. Es cinturón negro de yudo. Casado y con un hijo de 17 años que mide más de metro noventa y juega al baloncesto. Un cachondo que en una huelga general, cuando de madrugada entraban los directivos a Martorell, al ver al director de recursos humanos, Josef Shelchshon, al volante de un León amarillo, le espetó: "Coño Josef, ¡si pareces Farruquito!"

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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