Fomento recorta el tramo final del AVE y descarta la estación de Foster
Ana Pastor presenta una opción más barata para la entrada del tren en Ourense
El último tramo de la alta velocidad en Galicia será más barato, pero no recuperará el viejo y sinuoso trazado inaugurado por Franco hace medio siglo que penalizaría los tiempos de viaje a todas las ciudades gallegas. A cambio, Ourense deberá sacrificar la nueva estación intermodal proyectada por el afamado arquitecto Norman Foster. El Ministerio de Fomento confirmó ayer que los 17 kilómetros de vías entre Taboadela y Ourense no costarán los 500 millones presupuestados porque se están realizando ajustes. La ministra, Ana Pastor, evitó concretar el coste del tramo tras los cambios, pero fuentes técnicas consultadas lo sitúan entre 250 y 300 millones.
Tal y como adelantó EL PAÍS el pasado marzo, los técnicos están retocando el trazado, eliminando la tercera vía de ancho ibérico, suprimiendo un salto de carnero (cruce de vías a distinto nivel) o modificando sensiblemente algunas estructuras. Entre las novedades destaca la introducción de un tercer carril que permitirá el tráfico de mercancías hasta zonas industriales, el acortamiento de un túnel o la construcción de dos nuevos viaductos, lo que requerirá la aprobación de un estudio de impacto ambiental complementario que retrasará más la conclusión de la obra.
La recortadora de Pastor también afectará a la estación diseñada por Foster para la capital ourensana. Fomento no está dispuesto a dar luz verde al proyecto de 67 millones aprobado “con un Gobierno socialista en funciones sin coordinación con las otras administraciones implicadas”, según explicó la ministra tras un encuentro que reunió a las Administraciones central y autonómica con el alcalde socialista de Ourense, Agustín Fernández. A la reunión también fue convocado el presidente de la Diputación, José Manuel Baltar. Pastor acusó al anterior Ejecutivo —en el que José Blanco era el ministro de Fomento— de aprobar el proyecto “cuando no había dinero, ni estudio económico-financiero”, por lo que “se debe poner el contador a cero para replantearlo”.
La nueva propuesta elimina la firma del arquitecto británico pero mantiene aspectos básicos en su diseño: cubrición parcial de la playa de vías, un nuevo edificio intermodal de viajeros, el traslado de los talleres a Taboadela o la liberación del actual corredor para la instalación de un tranvía hasta San Cibrao das Viñas, donde está el mayor parque empresarial de la zona. Pastor explicó que la “integración definitiva se formalizará próximamente a través de un acuerdo funcional y económicamente viable para la ciudad en el que también estará la Xunta para cerrar la inclusión de la estación de autobuses”. Ayer no concretó cómo reformulará el diseño, pero si no alcanza un acuerdo con la UTE en la que participó Foster&Partners, deberá pagar una indemnización de entre tres y cuatro millones.
La ministra evitó aclarar si ha decidido prescindir del proyecto por su precio mientras mantiene el diseño de Thom Mayne para Vigo, ya en obras y con un presupuesto mayor. Sin embargo aprovechó para criticar acusar al PSOE de derroche en esa ciudad, donde “por desgracia, tiraron la estación que había, por lo que ahora tienen una provisional y habrá que hacer otra más provisional para el AVE mientras se adjudica la definitiva”. Pastor aclaró que en Ourense se construirá “una estación funcional, económica y financieramente viable” porque hay “una serie de estaciones en España al borde del concurso de acreedores”. El regidor ourensano reclamó el diseño de Foster y recriminó a la ministra que “se le está dando la espalda a la ciudad” porque “no entiende cómo 60 o 70 millones de euros pueden descabalgar los presupuestos del ministerio” Días atrás incluso amenazó con "no recalificar ni un solo metro cuadrado" si no se materializa el proyecto de Foster “o uno de similares características”.
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