El ‘intocable’ que apadrinó a Louzán
Nené Barral se resistió a dejar el Ayuntamiento de su pueblo
Entre las lágrimas de sus vecinos, uno de los hombres más influyentes de los populares en Pontevedra, desde los inicios de la extinta AP, tuvo que abandonar en 2001 la alcaldía de Ribadumia aunque no así la política. Con el cartel de presunto contrabandista, Nené Barral se resistió a dejar el Ayuntamiento de su pueblo lanzándose a una aventura como independiente. Decepcionado por la reacción de muchos dirigentes del partido que él había promocionado en la política, se presentó a las siguientes elecciones municipales para enfrentarse a la que fuera su pupila, Salomé Peña, que había heredado el bastón de mando de Barral cuando este dimitió. Entonces Peña ya tenía otro padrino: Rafael Louzán, el que fuera teniente de alcalde con Barral y entonces ya vicepresidente de la Diputación y del partido en Pontevedra.
Louzán, ahora líder de los populares en la provincia y presidente del organismo provincial, le debía toda su carrera política a Barral desde que, todavía vistiendo pantalón corto, el alcalde lo había colocado como niño de los recados en el ayuntamiento y luego aupado a conserje. La detención de Barral, uno de los llamados intocables dentro del contrabando, puso en vilo a muchos políticos. El nombre de Louzán aparecía en el consejo de administración de una de las empresas del exalcalde. Louzán se defendió diciendo que había estado “en la sociedad sin enterarse”. Se vio obligado a acudir al notario para dejar constancia de ello, aunque sí admitió que había sido socio del hermano de Barral.
El capítulo de Nené como independiente, con el proceso abierto por contrabando, fue intenso y duró casi 10 años. En 2003 se batió contra el que fuera su partido y en el fragor de la batalla tuvo que intervenir la Junta Electoral Central que confirmó la victoria del PP por tres votos. En 2011 anuncio su retirada. Desde la trastienda política, asegura que guarda episodios de su vida que “harían temblar algunos ministerios” pero que se reserva para cuando haya demostrado su inocencia.
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