Dorribo y su socio desviaron tres millones de Nupel a sus cuentas

Jorge Dorribo, presunto cerebro del caso Campeón—en el que se investiga una trama de fraude de ayudas públicas y sobornos a políticos y por la que están imputados un exministro socialista, cargos de la Xunta de Feijóo y un exconselleiro del BNG—, hundió la empresa farmacéutica Nupel a base de falsear las cuentas y desplazar fondos de la sociedad en su favor. Así lo determina la sentencia del juzgado de primera instancia número 2 y de lo mercantil de Lugo, que culpa al industrial y a su socio en la firma, Arsenio Méndez, del concurso de acreedores al que se vio abocado la empresa tras estallar la Operación Campeón en mayo de 2011. Dorribo y Méndez han sido condenados a 15 años de inhabilitación para administrar bienes ajenos y a responder con su patrimonio al déficit concursal de la empresa, que asciende a unos 50 millones de euros. El fallo, contra el que cabe recurso, considera acreditado que en Laboratorios Asociados Nupel, SL había una “doble contabilidad” y que tanto Dorribo como Méndez retiraron fondos de la farmacéutica que se reflejaron en la contabilidad B. Las cuentas oficiales de la sociedad son, según el juzgado, una “mera farsa”.

“Voluntad de ocultar”

Según recoge la sentencia, en la contabilidad opaca encontrada en Nupel constan anotaciones de dinero desviado a cuentas bancarias a nombre de Dorribo y Méndez por importe de tres millones de euros (1,4 millones a un depósito cuyo titular era Jorge Dorribo y 1,6 a otro propiedad de Arsenio Méndez). “Ambos, administradores, eran conocedores de la existencia de la llamada contabilidad B, es decir, de la falsedad de la contabilidad oficial, pues las disposiciones que se hicieron con cargo a tesorería y a favor de ambos administradores no estaban contabilizadas en los libros oficiales, lo que indica la voluntad de ocultarlas”, determina el fallo del juzgado lucense.

La sentencia conocida ayer es la segunda condenatoria que recibe Jorge Dorribo en las últimas semanas. A principios de marzo, el industrial lucense fue condenado a abonar los 25 millones de euros que dejó de deuda la liquidación de otra de sus sociedades, Innova Farmacéutica del Norte. Aquel fallo le impuso a Dorribo también una inhabilitación de ocho años para administrar bienes ajenos.