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Pinchazos implican en los manejos de Dorribo al presidente de Azkar

José Antonio Orozco conocía las maniobras para engañar a la Xunta y el proyecto de instalar una nave en Andorra

Poco le faltó a José Antonio Orozco, actual presidente de Azkar, para irse de rositas en la trama central del caso Campeón, la que instruye Estela San José, magistrada del juzgado de Instrucción número 3 de Lugo. Pero la casualidad quiso que un funcionario se encontrase unas grabaciones que no habían sido transcritas justo cuando se cerraba el caso. En las últimas semanas, agentes de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal), encargados del vástago del sumario que implica al exministro José Blanco y que se investiga en el Supremo, pusieron en 199 folios conversaciones desconocidas. Estas apuntan de lleno a Orozco, imputado hasta ahora solo en la trama madrileña. Se revela en los pinchazos como conocedor y partícipe de los manejos de Jorge Dorribo Gude, primer actor de la trama.

 Orozco vuelve a aparecer, una y otra vez, buscando la mediación de José Blanco con otros ministros y mandatarios socialistas como el alcalde de Sant Boi de Llobregat, pero ahora figura, además, como parte fundamental de los negocios del dueño de Nupel en Andorra, adonde se sospecha que Dorribo empezaba a trasladar su entramado empresarial. Orozco conversa con otros imputados, los socios de la firma Proitec (Javier Rodríguez y Carlos Monjero), que gestionaba las subvenciones del Igape, y supuestamente está al tanto de las irregularidades (las define como “una salvajada” de “kamikazes”) que se están llevando a cabo y de las facturas que se inflaron sucesivas veces para satisfacer los requisitos exigidos por la Xunta.

La subvención debía destinarse a la puesta en marcha de una planta de envasado unidosis en Rábade, pero la instrucción indaga si su finalidad era en realidad cubrir las cuantiosas deudas de Nupel y montar una farmacia y unas naves en Andorra, desde donde el entramado pretendía reenvasar y exportar a medio planeta, libres de impuestos, medicamentos recogidos en farmacias españolas.

De los diálogos de principios de enero de 2012 podría concluirse incluso que los socios están esperando a que el instituto de crédito del Gobierno gallego formalice una transferencia de millón y medio de euros y así no tener que seguir aportando grandes cantidades de su particular patrimonio económico para la puesta en marcha del negocio en Andorra. Según se extrae de las grabaciones, José Antonio Orozco es uno de los socios capitalistas, y el dinero de todos ellos se saca del país en coche y en metálico. Los amigos se niegan a realizar transferencias o enviar cheques a la mujer que oficialmente es titular del negocio porque no quieren “dejar rastro” de los cientos de miles de euros que llevan al Principado.

“Esto mete miedo, se puede hacer bien o se puede joder”, comenta Orozco en algún momento en referencia a la inversión de Andorra. Y elige no figurar en el consejo de administración “porque pasa algo y tienes la responsabilidad”. Con Blanco dice que queda “en lugares de poco tránsito”, donde no se les puede “ver”, y el ministro le va “arreglando las cosas”.

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