El Solitario finge un desmayo durante su juicio por atraco
El fiscal pide 11 años de prisión por el atraco de un banco en Alcobendas Giménez Arbe cumple una pena de siete años y medio de cárcel en Portugal desde 2007
Jaime Giménez Arbe, el atracador de bancos conocido como El Solitario, ha simulado un desmayo durante el juicio que se celebra hoy por un atraco que presuntamente cometió en 2006 en una sucursal del Banco Popular en Alcobendas. Esa es la conclusión de la juez, que se ha negado a suspender el proceso tal y como pretendían los abogados defensores del acusado. Estos alegaban que su cliente no se encuentra bien porque está haciendo huelga de hambre para denunciar las condiciones en las que se encuentra en la prisión portuguesa en la que cumple condena por un intento de atraco. "Esta usted simulando el estado en el que parece estar", le ha dicho la magistrada a Giménez Arbe tras ser reconocido por un médico. En todo momento ha permanecido con los ojos cerrados y ha necesitado el apoyo de dos guardias civiles para no caerse del banquillo.
El fiscal ha pedido hoy hasta 11 años de cárcel por presuntos delitos de robo con intimidación, uso de instrumento peligroso, tenencia ilícita de armas y falsedad documental. Giménez Arbe, considerado el delincuente más buscado de España durante casi 15 años, permanece en la prisión de Monsanto de Portugal desde diciembre de 2008, cuando fue condenado a cumplir una pena de siete años y medio de cárcel por su último y frustrado atraco, que intentó perpetrar en este país en julio de 2007. Previamente había sido condenado a otros 47 años en España por asesinar a dos guardias civiles en Castejón (Navarra), en 2004.
Según el escrito de la fiscalía, El Solitario, "movido por un ánimo de ilícito lucro", accedió el 10 de mayo de 2006 a la sucursal del Banco Popular de la plaza de la Moraleja número 1 de Alcobendas y exigió a los clientes y empleados de la misma que "se fueran al suelo" al tiempo que exhibía un arma de fuego.
A continuación, el atracador fue a la caja, donde reclamó de manera insistente a una empleada del banco el dinero que contenía: 21.055 euros que no le parecieron suficientes. Desconfiando de la empleada, que le dijo que no había más dinero, disparó en la zona inferior del mostrador y acto seguido obligó a la empleada a la que le abriera una puerta lateral de la oficina, por donde se marchó, con el dinero sustraído, en una furgoneta con matrículas falsas. La pistola con la que se cometió el atraco, de la marca Ithaca, se encontraba en perfectas condiciones, aunque el acusado carecía de licencia para su posesión y uso.
Tras el incidente del desmayo fingido, el juicio ha continuado con la declaración de tres testigos, —dos empleados y un cliente de la sucursal del Banco Popular— que han relatado cómo vieron a un hombre corpulento, con peluca, barba postiza, gorra y una muleta en la oficina.
Justo después de que terminase de relatar su testimonio la cajera a la que el acusado amenazó con una pistola, este se ha despertado y ha pedido a la juez que le permita beber agua. "Es lo que necesito para recuperarme y hablar. Si quiere usted que hable porque, total, me van a condenar igual", ha espetado. La juez le ha exigido que no se dirija a ella en ese tono.
Más de una treintena de atracos
A Giménez Arbe se le atribuyen más de una treintena de atracos a mano armada en sucursales bancarias de todo el país. Su detención se logró el 23 de julio de 2007 en Figueira da Foz (Portugal), en el marco de la llamada Operación Gloria, en la que intervinieron agentes de la policía lusa y española. En el momento del arresto se disponía a perpetrar un nuevo atraco en esa localidad, e iba disfrazado con barba, bigote y peluca, tal y como había hecho en golpes anteriores.
Vestía un chaleco antibalas y portaba dos armas de fuego cortas y una automática. Por esta acción cumple una pena de siete años y medio. Cuando finalice su presidio en el país luso, será extraditado a España para cumplir otros 47 años de cárcel por el asesinato de la pareja de guardias civiles en Castejón (Navarra), en junio de 2004.
En abril de 2012, El Solitario viajó nuevamente a España para ser juzgado por un doble atraco en una sucursal bancaria de Toro (Zamora) el 18 de mayo de 2007, donde hirió en una pierna al cajero porque el dinero sustraído le pareció insuficiente. La Audiencia Provincial de Zamora le condenó a 13 años de prisión.
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