200 euros por ser muy legal
La Guardia Urbana multa a un conductor por cambiar su automóvil de acera el día 1 y entorpecer
Mohamed Redouane, de 27 años, un joven jardinero que trabaja en un club de tenis en Montjuïc, miraba ayer estupefacto la multa que le había puesto la Guardia Urbana. Ayer por la mañana, cuando fue a trabajar, se encontró que su automóvil no estaba aparcado en el número 55 de la calle Rier Escuder y que estaba en el depósito municipal Joan Miró. El lunes, Mohamed cayó en la cuenta de que era día 1 y a las 17.45 cambió su Xsara de acera para evitar ser multado. Pero, precisamente, su ánimo de ser escrupuloso y legal le acabó resultando muy caro. A las 19.40, la grúa se llevó su coche. La Guardia Urbana alega que cuando el cambio de turno recae en festivo, como este lunes, la obligación de mover el vehículo pasa al primer día laborable. La broma le ha resultado cara a Mohamed: 147,50 euros de la grúa, más 20 del parking en el depósito y una multa que puede ascender a 60 o reducirse a 30 si la paga en 15 días.
En la estrecha calle Rier Escuder, en Sants-Montjuïc, no hay ninguna indicación que informe de que se debe demorar el cambio al día laboral. El letrero avisa, además, que debe hacerse el 1 de abril. La multa a Redouane no menciona nada del día 2 y se ampara en el artículo 30.2 de la Ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos (OCVV), que describe así la infracción: “Estacionar al lado correcto pero dificultando la circulación a causa de la existencia de vehículos que aún no han hecho el cambio”. La norma contempla, por tanto, aunque pueda parecer un disparate, que se multe a un conductor pese a haber aparcado bien por entorpecer el tráfico. Mohamed, por tanto, hubiera corrido la misma suerte si hubiera cambiado el coche de acera el martes y el resto de conductores, no.
“Hay que ir con cuidado con los cambios de fecha y ver cómo está la calle porque el tráfico no se puede bloquear”, señala la Guardia Urbana, que esgrime que siempre es más fácil retirar un automóvil bien estacionado que no un conjunto de coches. “Aún no entiendo por qué me multan por hacer algo bien. El letrero no decía nada del día 2”, dice el joven, que no puede evitar pensar que su condición de marroquí pudo influir en que la grúa actuara. “Vivo aquí desde el año 2000 y muchos policías no nos tratan como deberían”, lamenta. En su defensa, la Guardia Urbana asegura que además del coche de Mohamed se llevó dos más porque era imposible circular. Y añade que si quiere siempre le queda la opción de recurrir la multa.
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