Esquerra apremia a Mas a aclarar si comparte los recelos de Duran
Alfred Bosch pide que el democristiano aclare si hable en nombre personal o como portavoz de CiU
La sensación en Esquerra Republicana cada vez que Josep Antoni Duran Lleida lanza un dardo contra el proceso soberanista es agridulce. Dulce, porque los republicanos son conscientes que las frases de Duran son votos soberanistas que huyen de CiU y van a ERC; agria, porque saben que la ascendencia de Duran en la federación puede frenar el proceso para convocar la consulta para 2014.
Por ello la principal urgencia para el partido de Oriol Junqueras es si el presidente de la Generalitat, Artur Mas, comparte los recelos del líder de Unió acerca del pacto con ERC. “Duran debería explicar si habla a título personal o en representación de CiU. Y si habla en nombre de CiU, tendremos que preguntar a Mas si comparte estas posiciones, porque habría una contradicción”, apuntó el portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch. El republicano expuso que las palabras de Duran reflejan “dudas sobre el proceso soberanista” e insistió en el compromiso de hacer la consulta en 2014.
“ERC no se ha movido”, agregó el vicesecretario general de comunicación del partido Oriol Amorós. El diputado defendió la “plena vigencia” del pacto de estabilidad parlamentaria, que valoró como “un buen acuerdo y el que necesitaba Cataluña”. Amorós recalcó, frente a las dudas de Duran, la fidelidad de ERC a CiU, y aprovechó para enviar un mensaje a la federación nacionalista: “Seremos leales y no nos moveremos ni un milímetro de este acuerdo y esperamos que nuestro socio haga también lo mismo”. El republicano admitió que en el pacto hay fisuras que siempre acaban en acuerdo, como en el descontento que mostró ERC ante el nuevo recorte en los medios de comunicación públicos. Pese a que los republicanos no se esonden a la hora de expresar sus discrepancias en público, Amorós acusó a Duran de generar inestabilidad. “A la ciudadanía no le conviene, en un día como hoy, que se desestabilice la política catalana”.
El enfado por las palabras de Duran contrastó con dos hechos que generaron más alegría en los republicanos. Por un lado, la dimisión de Agustí Colomines como presidente de la fundación de Convergència, la CatDem. La abierta hostilidad de Colominas hacia el pacto con ERC, expresada en los últimos editoriales de la fundación, incomodaba a los republicanos. Un alivio que se cuidaron de expresar en público. El miércoles, la secretaria general de ERC Marta Rovira había pedido a la fundación CatDem que se dedicara a hacer propuestas “útiles” y no a “generar partidismo”.
El otro motivo de alegría que tuvo ERC fue la fijación de la fecha para el referéndum de autodeterminación escocés, que se celebrará el 18 de septiembre de 2014. Deseoso, pese a los recelos de CiU, de fijar una fecha para la consulta catalana, el líder de ERC Oriol Junqueras se felicitó del anuncio hecho por el primer ministro escocés, Alex Salmond, y llamó a seguir su ejemplo: “Escocia ya ha puesto fecha a la democracia. Enhorabuena y mucha suerte; nosotros también lo podemos hacer, y bien pronto”, escribió.
Algunos sectores de ERC se han mostrado partidarios los últimos meses de que la consulta catalana se celebrara antes incluso que la de Escocia, con lo que prevén aumentar la presión sobre el Gobierno de Artur Mas. El presidente catalán y su partido, Convergència i Unió, se resisten a fijar fecha alguna y recuerdan que el acuerdo de estabilidad que firmaron en diciembre con los republicanos sitúa la consulta en 2014 sin especificar un día concreto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.