La fiscalía mantiene su petición de cuatro años de cárcel para Ortega Cano
La acusación se adhiere a la demanda, mientras que la defensa solicita la absolución del torero
La Fiscalía de Sevilla ha mantenido su petición de cuatro años de cárcel y una indemnización de 169.619 euros para el torero José Ortega Cano por el accidente mortal en el que falleció el conductor Carlos Parra, cuyo juicio culmina hoy. La acusación de la familia del fallecido se ha sumado a la calificación del ministerio público, por la que se le imputa a Ortega Cano por homicidio imprudente y dos delitos contra la seguridad vial. El Juzgado de lo Penal 6 de Sevilla emitirá su sentencia en las próximas semanas.
Por su parte, la defensa del diestro mantiene la petición de absolución, al entender que la prueba de alcoholemia realizada la noche del accidente es inválida al romperse la cadena de custodia de las muestras en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla. Por ello ha impugnado las providencias del juez de instrucción que ordenó hacer la prueba de alcohol a Ortega Cano mientras estaba ingresado en el hospital.
Los guardias civiles que reconstruyeron el accidente mortal ocurrido el 28 de mayo de 2011 y en el que intervino el torero José Ortega Cano han subrayado esta mañana que el diestro ocupó el carril contrario con tiempo suficiente para haber evitado la violenta colisión en la que murió otro conductor. “Ambos conductores tuvieron la capacidad de verse. Pero el Mercedes [coche del torero] mantuvo la ocupación del carril contrario (…) Tuvo que haber una percepción y un giro de volante”, ha subrayado uno de los agentes del Grupo de reconstrucción de accidentes de tráfico de la Guardia Civil.
Los técnicos niegan que el torero pudiera haber sufrido un desvanecimiento, tal y como ha alegado en su defensa el acusado de homicidio imprudente y dos delitos contra la seguridad vial. Los guardias civiles han sido tajantes debido a que Ortega Cano mantuvo supuestamente la dirección de su coche antes del accidente: “En ningún caso podría ser efecto de un vahído, por la trayectoria sostenida en 120 metros de curva. Rechazamos el desvanecimiento porque se necesita fuerza para mantener la dirección”, han relatado. Los peritos han resaltado que el accidente se produjo por una "distracción o desatención" en la conducción, probablemente producida por la previa ingesta de alcohol. El diestro dio una tasa de 1,26 gramos de alcohol por litro de sangre, casi el triple de lo permitido.
La supuesta invasión del carril contrario por parte de Ortega Cano no ofrece dudas para los peritos del Instituto Armado. “Hay una invasión clara del carril contrario. Una ocupación progresiva y no puntual, ni de repente. El ángulo resulta coherente y se mantiene constante. Hay una acción voluntaria”, han insistido los agentes. La última sesión del juicio se celebra hoy, cuando quedará visto para sentencia.
La violenta colisión entre el Mercedes que conducía el torero y el Seat Altea de la víctima, Carlos Parra, se produjo cuando el primer vehículo mantenía una velocidad de 125 kilómetros por hora y el segundo a 50 kilómetros por hora en un tramo de carretera limitado a 90 km/ h. Cuando el abogado de Ortega Cano ha tratado de poner en duda la tasa de alcohol del torero, un técnico ha zanjado: “Procesalmente podrá valer o no, pero la alcoholemia estaba”.
Los guardias civiles elaboraron su informe con datos de la geometría de la vía, la anchura de los carriles y el ancho de la curva donde se produjo el accidente, entre otros, procesados por un programa informático con parámetros matemáticos y físicos. El testimonio de un testigo que observó el choque frontal a 160 metros no ha sido fundamental para elaborar el informe.
Mientras, dos peritos de la defensa han asegurado que el torero circulaba a una velocidad de entre 79 y 96 kilómetros por hora, en contra de los 125 kilómetros por hora que sitúan los peritos de la Guardia Civil en el momento del accidente.
Esta tarde está prevista la lectura de los informes finales, que posiblemente se prolongarán hasta bien avanzada la tarde, en los que el fiscal pedirá para el torero cuatro años de cárcel y la defensa su absolución, pues entiende que Ortega Cano no bebió y sufrió un desvanecimiento como consecuencia de su arritmia cardíaca.
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