El ‘mosso’ que mató a un hombre armado en Olot irá a juicio por homicidio

El caporal de los Mossos d´Esquadra que mató de un tiro en el tórax a un hombre en Olot se sentará en el banquillo acusado de homicidio. Así lo ha ordenado el juez instructor, que considera que existen “dudas” sobre si la respuesta del policía al defenderse de las amenazas de Antonio Tirado, un hombre enfermo en situación terminal de 46 años, fue “proporcionada y necesaria”. Tirado, que blandía un machete cuando falleció en marzo del año pasado, murió en el salón de su casa ante la mirada de su hijo y su pareja. La decisión del Juzgado de Instrucción número 2 de Olot se puede recurrir.

El fiscal del caso y la defensa del policía, ejercida por la Generalitat, esgrimieron en la instrucción que el caporal no pudo hacer otra cosa que disparar y que este no tuvo tiempo de apuntar a zonas no vitales del cuerpo del fallecido. Tirado, que estaba muy nervioso y se había tomado varias pastillas, se había atrincherado en el salón de su casa junto con su hijo de cuatro años y blandía un machete. Fue el 10 de marzo de 2012, días después de que el hombre recibiera una citación judicial que le había trastornado.

El agente disparó cuando el hombre, que pesaba 50 kilos y era seropositivo, no obedeció a la orden de que se detuviera. Tirado se encontraba a la distancia de entre un metro y metro y medio del agente cuando este disparó. El fiscal y el abogado de la defensa solicitaron el sobreseimiento de la causa al considerar que se trató de un caso claro de legítima defensa. Pero el juez cree que una decisión como esa tras la fase de instrucción sería “muy aventurada y peligrosa”, y que debe ser un jurado popular el que decida si el policía tenía otras opciones antes de disparar al tórax del hombre, es decir, si la eximente de responsabilidad del agente es completa —como pide la defensa— o incompleta, como solicita la acusación particular.

Tirado blandía un machete al fallecer en su casa ante su hijo y su pareja

El juez recuerda que los policías acudieron al domicilio de Tirado avisados por miembros del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) porque el hombre estaba muy nervioso, y no porque hubiese cometido ningún delito. Tirado era “extremadamente delgado” y su apariencia era “enferma y deteriorada”, recuerda el juez. También, recalca el magistrado que, aunque es cierto que el salón de la casa era pequeño y que el espacio que separaba a Tirado del policía no era mucho, el agente contaba con el apoyo de otros mossos que hubiesen podido intervenir. Todo ello le hace dudar de si el caporal no habría podido “repeler la agresión mediante el cuerpo a cuerpo” o alguna técnica de inmovilización, golpear con la porra la mano de Tirado o el machete, o incluso disparar al aire o a las piernas del hombre.

El abogado de la acusación, que ejercen los familiares del fallecido, se mostró satisfecho por la decisión del juez, que permite que la familia pueda cobrar una indemnización. “El archivo de la causa por legítima defensa hubiese cerrado la vía penal, pero también la civil”, manifestó el letrado, Benet Salellas. Salellas defendió que “el policía tenía otras opciones antes de disparar, y de hacerlo al tórax”. En el probable caso de que la Generalitat recurra la decisión y si la Audiencia de Girona confirma la decisión del juez de Olot, la acusación particular aceptaría en el juicio una eximente parcial y “tendría en cuenta las circunstancias” del caso a la hora de solicitar una pena para el agente