La madre cuyos hijos han vuelto a México recurre para recuperarlos
Una juez de Valencia los entregó al padre, que ya los ha trasladado fuera de España La pareja residía en Norteamérica y, tras separarse, la mujer se fue con los menores a Alboraia
Isabel Monrós, la madre de los tres niños de Alboraia (Valencia) que una juez de Montcada ha entregado al padre para que se los lleve a México, donde él reside, ha presentado este miércoles un recurso de última hora para anular esta medida.
El abogado de Monrós, Ignacio Amat, ha trasladado al juzgado un escrito en el que plantea que el acto del martes en el que se sometió a los chavales a un examen psicológico antes de entregarlos a su progenitor fue irregular. Según ha trasladado Amat a este diario, la magistrada prescindió de la presencia de un representante de la fiscalía, lo que, a su juicio, sería incorrecto.
“Por ello, junto a otros detalles de procedimiento hemos reclamado la suspensión de la entrega de los menores”, apunta Amat. A pesar de esta apelación, el propio letrado admite que duda de la eficacia del recurso presentado: “soy muy escéptico respecto al resultado de esta medida”.
De hecho, los niños ya están en México. Al menos, así lo indica el abogado del padre, Jaime Cuevas, que ha trasladado a EL PAÍS que los menores partieron junto a su padre en un vuelo el mismo partes por la noche.
La magistrada del juzgado de instrucción número 3 de Montcada ejecutó el martes la sentencia dictada por ella misma en marzo de 2011 y avalada por la Audiencia de Valencia en diciembre del mismo año que, basándose en el Convenio de La Haya, fijó que los niños debían ser devueltos a su padre, con domicilio en México.
La juez ejecutó la entrega de los menores a su padre el martes por la mañana en la sede judicial de Montcada mientras en el exterior un centenar de amigos y familiares de Isabel Monrós trataron de impedirlo. El pasado sábado 9 de marzo la magistrada también intentó llevar a cabo la medida, para lo que envió a la Guardia Civil al domicilio de la madre en Alboraia. Entonces, tres centenares de personas impidieron que los agentes recogieran a los niños y los entregaran al padre.
En el auto del martes en el que justifica la decisión de que los chavales vayan con su padre, la juez admite que los niños “señalaban que preferían seguir viviendo en Alboraia al estar perfectamente adaptados a su nueva vida en España”. Pero destaca que la madre se llevó de forma ilícita a los menores de México, donde residía toda la familia antes de que los progenitores se divorciaran en 2009, a Alboraia. Y que al hacerlo, rompió el régimen de visitas a las que tenía derecho el padre, que fue quien llevó la cuestión a los tribunales españoles.
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