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Recoder confirma su paso atrás y abandona el Parlament

El exconsejero, del ala moderada de CDC, sigue de momento en el partido

Lluís Recoder en el Parlament.
Lluís Recoder en el Parlament. CARLES RIBAS

Segundo paso atrás del exconsejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder. Después de renunciar a repetir al frente del Gobierno en esta legislatura, Recoder anunció ayer a Convergència que abandona su escaño en el Parlament, según confirmaron fuentes del partido. El exconsejero, considerado uno de los miembros más representativos del ala moderada de CDC, ocupaba su lugar como diputado raso y, hasta ayer, aseguraba que su pretensión era de mantener el escaño toda la legislatura.

Finalmente, sin embargo, ha cambiado de decisión y confirma el paso atrás que ya dio en enero, cuando decidió no repetir en el Gobierno. Recoder se dedicará por entero a la abogacía, actividad que retomó al dejar el Ejecutivo, después de pasarse toda la vida en cargos públicos. Fue diputado en el Congreso desde 1986 hasta 1999, cuando fue elegido alcalde de Sant Cugat (Vallès Occidental), puesto que abandonó para entrar en el Gobierno de Mas.

El paso atrás que supone su renuncia en el Parlament no significa, de momento, que Recoder abandone CDC. El exconsejero es miembro de la dirección del partido y de momento, según fuentes de la formación, lo continuará siendo.

Recoder es visto por sectores de Convergència como un posible sucesor de Mas, especialmente si fracasa el proceso soberanista. Aunque la cultura moderada y roquista —discípula del ex secretario general de CDC, Miquel Roca— de Recoder genera recelos en el sector más soberanista del partido, que ya evitó su continuidad en el Gobierno.

Formalmente, fue Recoder quien rechazó entrar en el Ejecutivo de Mas. Incluso el presidente expresó su disgusto con la renuncia del consejero a ocupar una cartera de su gabinete. Pero Recoder decidió no aceptar las ofertas de Mas, ya que aspiraba a un cargo con más margen de maniobra y peso político. Un perfil que no coincide con el papel de segunda fila que le otorgaban el presidente y su círculo más reducido. Recoder considera que la influencia de los íntimos del presidente, el pinyol y sus recelos a su posicionamiento como sucesor han mermado su importancia en Convergència y el Gobierno. “No puede haber una patrimonialización en la toma de decisiones de un partido político, sino que estas decisiones se deben tomar de forma colegiada”, dijo en una entrevista en Nació Digital, una vez formalizada su marcha del Ejecutivo. En esa entrevista, negó su incomodidad con el proceso soberanista y circunscribió su abandono a un simple deseo de ganarse la vida dentro de la política.

Recoder también negó que su renuncia se debiera a la última acción que realizó en el Gobierno: la venta de Tabasa y Aguas Ter-Llobregat, decisiones que Recoder no compartía.

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El exconsejero juega al despiste en su deseo de ser sucesor de Mas. Recoder desmiente que su deseo sea relevar al actual presidente de la Generalitat. “Es un tema que nunca me he planteado. Y, por tanto, no es una cosa en la que piense”, apuntó Recoder al dejar el Gobierno. ¿Un paso atrás para dar dos adelante si fracasa el proceso soberanista? No despeja la incógnita: “He estado en política. Doy un paso atrás, y no descarto volver a la primera línea”.

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