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Urdangarin: “No me llevé ni un duro de Aguas de Valencia”

El yerno del Rey se desvincula del testaferro que cobró en Suiza el trabajo de la empresa

Miquel Alberola

Iñaki Urdangarin negó en su última declaración ante el juez tener relación económica alguna con los trabajos realizados para Aguas de Valencia. El yerno del Rey está acusado de haber montado una red de testaferros para cobrar 375.000 euros en cuentas suizas por los servicios de asesoramiento que prestó entre 2008 y 2009 a esta empresa para buscar oportunidades de negocio en el extranjero. En su declaración, negó asimismo tener cualquier relación con la empresa Alternative General Service, que figura en el contrato, ni haber utilizado a Robert Cockx como testaferro para canalizar hacia Suiza el dinero que pagó Aguas de Valencia.

El presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, había declarado a la policía que Urdangarin le hizo llegar un contrato con Alternative General Services, representada por Cockx, a quien no conocía y cuyo nombre aparecía en el contrato: “No me dieron ninguna explicación ni yo la pedí porque al ser el yerno del Rey, trabajar en Telefónica, tener relación con la Generalitat Valenciana y pertenecer al comité olímpico, yo me fiaba”.

Urdangarin admitió haber presentado el proyecto a Aguas de Valencia, en el que intervino el empresario de comunicación valenciano Miguel Zorío (imputado en el caso Nóos), aunque asegura que se distanció “por no ser un gran experto” y puso a la empresa en relación con su amigo José María Treviño. “Yo de ese proyecto no me he llevado ni un duro”, declaró. Según el yerno del Rey fue Aguas de Valencia la que acudió a él y no al revés, como manifestó Calabuig.

 El presidente de Aguas de Valencia declaró que a partir de la tercera comida con Urdangarin y Zorío, en la que estuvo presente Treviño, “decidieron instrumentar esa colaboración”. En esa comida también estuvo presente otro amigo de Urdangarin, Álex Sánchez Mollinguer, con el que había realizado varios negocios y al que el fiscal describe como un broker.

Calabuig también había explicado en su declaración que fue Zorío, representante de Urdangarin en Valencia, quien le llevó los contratos y el número de cuenta en Suiza en el que tenía que ingresar el dinero. Según el fiscal, que calificó de “disparate” el desarrollo de la retribución, Aguas de Valencia pagó 375.000 euros al entramado de Urdangarin de los cuales 140.000 acabaron en manos de Sánchez Mollinguer para hacer trabajos para Treviño.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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