Retratar la montaña

42° N (42 grados norte) son 14 fotografías y tres vídeos de Javier Vallhonrat (Madrid, 1953) inspirados en dos instantáneas de Joseph Vigier, tomadas en los Pirineos en 1853. Un trabajo auspiciado por el Museo Universidad de Navarra que reflexiona sobre la realidad y la ficción, la veracidad y la experiencia. "Desde niño he tenido una vinculación con la montaña", ha arrancado Vallhonrat la masterclass sobre su trabajo que esta mañana ha impartido a alumnos de Tecnun, en San Sebastián.

Y esos recuerdos de niño sobre la montaña ("la inmensidad, el asombro, la soledad y el miedo") perduran en las fotografías resultantes del proyecto, y otras muchas vivencias posteriores, y otros proyectos, viajes, e imágenes. Y toda la experiencia vital del artista, licenciado en Bellas Artes y Psicología, que no se lo pensó cuando desde la Universidad de Navarra le propusieron participar en el proyecto Tendiendo Puentes, una iniciativa con la que varios fotógrafos han ideado ex profeso un trabajo inspirado en los pioneros de la disciplina.

A Vallhonrat le tocó Vigier y la montaña. El artista madrileño retrató durante más de un año el Pirineo. Subía a los picos acompañado por otras dos personas, que le ayudaron con el traslado del material. Había días que tomaba una fotografía, otros, 10... "De todas, he estado satisfecho con 100, 100 que pensé podían formar parte del trabajo, luego reduje esas a 30, hasta llegar a unas 16 o 15", ha explicado el artista.

Vallhonrat fotografió el Pirineo a fragmentos, a pedazos, igual que en su día hizo Vigier. Una selección caprichosa del objeto retratado que entronca con las reflexiones del artista sobre la fotografía su esencia y el mito romántico de que una instantánea es la captación de la realidad tal cual. Las instantáneas, tomadas con una cámara de formato medio, una profundidad de campo alta y en días que se prestaron a recrear esas sensaciones que de niño vivió en la montaña, se acompañan de una leyenda.

Unas breves anotaciones que contextualizan la imagen, que dan sentido o al menos orientan al espectador entre la nieve. La parte racional, cierta, demostrable, precisa, científica del trabajo de Vallhonrat, porque el resto, como ha insistido ante los alumnos, no es más que la ordenación de sus experiencias, o una creación. Esas acotaciones no son más que el la hora exacta a la que se tomo la fotografía, el día, el año, la orientación de la cámara, y la latitud y longitud, del punto exacto en el que Vallhonrat disparó su cámara. 42 grados norte, el paralelo que cruza el Pirineo.