La dirección del PSOE intenta frenar ‘in extremis’ las primarias en Galicia

Tras muchas horas de negociación y llamadas cruzadas entre Santiago y Madrid, anoche no había acuerdo pero los teléfonos de los segundos espadas del PSOE y su federación gallega seguían encendidos por si aún pudiera surgir un consenso que durante el día no fue posible. El reloj se para a las nueve de la mañana. A esa hora está convocada la Ejecutiva del PSdeG que prevé lanzar el proceso para designar a su futuro líder mediante un sistema experimental de primarias ya durante este verano.

La dirección federal defendió durante toda la jornada de ayer que esa fórmula que se pretende someter esta mañana a la votación del comité gallego (donde están representados unos cuatrocientos dirigentes y cargos orgánicos) contraviene los estatutos del partido y no será aceptada, apruebe lo que se apruebe en Galicia.Aunque la negociación con Santiago la protagonizó el secretario de Organización, Óscar López, fue el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, el que ya hace días que señaló las líneas rojas: en Galicia no habrá primarias porque no están contempladas en los estatutos y porque las normas de un partido están para cumplirse. El PSdeG asume esta última idea pero sostiene que sus planes no vulneran los mandamientos del partido.

Lo que propone Vázquez es que la consulta a la militancia sobre el futuro secretario general discurra en paralelo al congreso extraordinario que debe elegir a la nueva dirección. Su plan pasa por sondear a las bases bajo el principio de un militante, un voto, el primer fin de semana de junio con urnas en todas las agrupaciones comarcales para que los socialistas de carné puedan manifestar sus preferencias sobre los candidatos (que para serlo antes deben reunir 1.000 avales).

Una vez escrutados los deseos de la militancia, el PSdeG preparará la intendencia (durante ese mismo mes de junio) para celebrar el congreso extraordinario, de acuerdo con la normativa interna y que sean los delegados —también designados por la militancia en otra elección paralela— los que señalen al secretario general y designen a la Ejecutiva. Formalmente, así el PSdeG respetaría los estatutos y el procedimiento de democracia indirecta pero el experimento tiene truco: nadie en el partido se plantea que los delegados en el congreso puedan apuntar un nombre distinto al que ya señalaron las bases en las urnas. Así que en la práctica el cónclave extraordinario solo serviría para refrendar el nombre del vencedor en esa consulta experimental a la que Pachi Vázquez se cuida muy mucho de no llamar primarias para tender puentes con Madrid.

Las fuentes del PSOE consultadas sostienen que ayer hubo reiterados intentos de rebajar la tensión y procurar una vía intermedia. La propuesta de Ferraz pasa por que la federación gallega se ciña al procedimiento ordinario pero con una interpretación laxa de los estatutos que fuerce a los candidatos a delegados del congreso a señalar inequívocamente el candidato que van a apoyar a la secretaría general. Al cierre de esta edición, el pacto aún estaba lejos y fuentes del PSdeG confirmaron que, salvo novedad durante la madrugada, Vázquez prevé someter a votación su hoja de ruta esta mañana, primero en la Ejecutiva y luego en el comité nacional. Dirigentes cercanos al secretario general sostienen que Vázquez ha tensado tanto la cuerda porque sabe que tiene detrás (en esta reivindicación concreta) a la mayoría de ese comité. De hecho, la penúltima vez que se reuni este órgano, tras el batacazo electoral de octubre en las autonómicas frente a Feijóo, fueron legión los partidarios de impulsar unas primarias cuánto antes para relevar a la actual dirección.

La última palabra la tiene el partido en Madrid que en las últimas horas ha amenazado por escrito con vetar el procedimiento. Fuentes de la cúpula del PSOE insisten en que lo que pretende la federación gallega choca contra los estatutos que la militancia ratificó en el congreso de Sevilla, que revalidó el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba frente a la exministra Carme Chacón. Esos mismos dirigentes recuerdan que en ese cónclave ya se votó el mecanismo por el que el partido debe elegir a sus secretarios generales y que una mayoría aplastante (el 80% de los militantes) se posicionó a favor del sistema de delegados, frente al 20% que prefirió las primarias. Esa argumentación es la que está detrás de la instrucción que el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, remitió a la sede gallega el pasado miércoles. En un folio por una sola cara, López fue tan tajante como conciso: la elección indirecta “es el único procedimiento reconocido por el PSOE” y cualquier alternativa es “innegociable”.

Mientras, los rivales internos de Vázquez (un grupo heterogéneo de dirigentes que en el último congreso gallego apoyaron sin éxito a la candidata Elena Espinosa para secretaria general) animaron ayer a la dirección federal a tumbar la propuesta del PSdeG que calificaron como “populista” y como un intento de ganar tiempo al frente de la secretaría general, informa Europa Press.