La última cena en ‘Casa Marcelo’

Casa Marcelo, uno de los restaurantes más laureados y reconocidos de Galicia, se ha despedido de clientes y amigos en una fiesta homenaje que ha puesto el broche final a una exitosa trayectoria de 13 años en la vanguardia de la gastronomía gallega, y que será el punto de partida de un nuevo proyecto, una taberna de cocina gallego-japonesa en la que confluirán dos grandes universos gastronómicos y en el que la creatividad seguirá siendo su principal seña de identidad. El propio Marcelo ha escenificado su adiós definitivo de manera simbólica, enterrando el menú con el que abrió sus puertas en el año 1999 y el que ofreció durante su último servicio, el pasado día 23.

Ubicado en la rúa de Hortas, muy cerca de la plaza del Obradoiro, Casa Marcelo fue una revolución en la ciudad: platos distintos con productos locales y con una cocina abierta. Ahora, “es el fin de un ciclo, el adiós al mantel de hilo”, anuncia el propio Marcelo. "Cuando abrimos hace 13 años teníamos un proyecto totalmente distinto, la sociedad y nosotros hemos cambiado", asegura el chef.

Manteniendo el nombre y su localización, Casa Marcelo abrirá sus puertas en abril con nueva decoración y creando la primera taberna gallego-japonesa del mundo. Una nueva propuesta, pero siendo fiel a la innovación y los productos de la tierra. Este cambio de look traerá consigo otras modificaciones como transformar el proyecto en algo "más informal y dinámico". Más cercanía con los clientes que podrán degustar uno o dos platos mientras beben cerveza pero con la línea de la calidad que hasta ahora viene manteniendo.

En 2004 Casa Marcelo recibió su primera estrella Michelin. En 2010 la perdió, pero al año siguiente la recuperó. Ahora la ha devuelto con el objetivo de volver a conseguir este preciado galardón con su próximo proyecto