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Minerva Amador, ante el juez: “Fui humillada y vejada”

La excolaboradora que ha denunciado por abusos sexuales a Torramadé se ratifica ante el juez

El expresidente de la Diputación y alcalde de Salt, Jaume Torramadé,
El expresidente de la Diputación y alcalde de Salt, Jaume Torramadé,PERE DURAN

La mujer que ha denunciado por agresión sexual al alcalde de Salt y ex presidente de la Diputación de Girona, Jaume Torramadé, rompió ayer su silencio. Lo hizo tras relatar con detalle ante el juez los presuntos tocamientos que le hizo el que era entonces su jefe durante una cena de campaña de CiU en noviembre pasado. “Esa noche se acabó mi mundo”, dijo Minerva Amador a los periodistas, muy nerviosa y con gafas de sol que le ocultaban los ojos. “Perdí mi trabajo y la confianza que tenía en la política y en los políticos”, añadió.

Torramadé se limitó ayer a insistir en que la denuncia de la mujer es falsa, lo que ratificó ante el juez. Han pasado casi cuatro meses desde que la exasesora y ex alto cargo de Unió Democràtica (UDC) en Salt denunciara al entonces presidente de la Diputación de Girona.

Según Amador, Torramadé le realizó tocamientos en los pechos y en los genitales durante una cena de campaña en la que estaban presentes casi todos los concejales de CiU en Salt. La exasesora, que dejó su empleo el día después de esa cena, había mantenido un silencio huidizo hasta ayer, cuando se decidió a explicar las dificultades vividas. “Fui humillada y vejada”, manifestó, tras llegar temblorosa al juzgado.

Amador denuncia tocamientos en los pechos y en los genitales

La denuncia que desató la tormenta, sin embargo, fue la del propio Torramadé, que acusó a Amador de intentar extorsionarle. Ella no se decidió a actuar hasta 16 días después de que ocurrieran los hechos que ahora se investigan. “Hay que entender que él era la máxima autoridad del partido y que ella no quería verse inmersa en un escándalo”, explicó el abogado de Amador, Joaquim Bech de Careda. El letrado respondía así a uno de los principales argumentos que ha esgrimido desde el principio el entorno del alcalde de Salt en un caso que se convirtió en una bomba política: que se trata de una denuncia “extraña” sobre unos presuntos tocamientos que sucedieron en un lugar público.

Dimisión

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Pese a ello, y a que los asistentes a la cena y ediles de Salt firmaron una carta en la que negaban que los tocamientos se hubiesen producido, Torramadé se vio obligado a dimitir de la presidencia de la Diputación de Girona. No así como alcalde, puesto al que se ha aferrado a pesar de la petición del PSC de que se aparte hasta que el caso no se resuelva.

El abogado de Amador negó que la mujer hubiese reclamado momento una indemnización por tener que abandonar su puesto. La oferta de compensarle por irse antes de tiempo “la hizo el entonces abogado de Torramadé”, dijo Bech de Careda, que criticó la intromisión política en el caso.

“Es la palabra de una contra la del otro”, dijo el letrado actual del político, Manel Mir. “El juzgado está obligado a instruir la denuncia”, manifestó. El juez ha citado a declarar a varios testigos cuya identidad no ha trascendido. No se sabe si uno de ellos es el jefe de protocolo de la Diputación de Girona, Josep Maria Amargant, que publicó en el Diari de Girona una carta en la que explicaba que Torramadé le había confirmado que los hechos denunciados por Amador eran ciertos y que le envió a negociar el silencio de la mujer.

Torramadé ha sido citado a declarar en sede policial acompañado por un abogado sobre el caso Manga en el que se investigan cohechos por adjudicaciones públicas irregulares.

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