Los sindicatos trasladan a Urkullu que los recortes dificultan un pacto social

Complicado. El secretario general de Comisiones Obreras de Euskadi, Unai Sordo, trasladó ayer al lehendakari, Iñigo Urkullu, dentro de la ronda de contactos que está manteniendo con los agentes políticos económicos y sociales, que los recortes sociales están complicando el panorama en todos los sentidos. Primero, hacia el interior de la administración, donde está pendiente el convenio que regule las condiciones de los 70.000 empleados públicos vascos, pero también puertas afuera.

Sordo explicó que en todos los casos los principales afectados de las reformas que impulsa el presidente Mariano Rajoy, y que en algunos casos se importan a Euskadi, son los trabajadores. “El paro está empobreciendo a la clase trabajadora, y por lo tanto hundiendo el consumo”, dijo. Sordo le advirtió de que en estos momentos ve difícil un acuerdo en la Mesa General de la administración porque “los planteamientos que se están haciendo desde el Gobierno vasco también son de recortes, y sin contrapartidas”. El sector público vasco es el único que, de momento, está aguantando sin recortes de personal. Pero el Ejecutivo sí tiene que aplicar las 37, 5 horas, 2,5 más de las 35 actuales, y además va a tener que eliminar seis días de fiesta de media entre moscosos y canoso, los correspondientes a la antigüedad.

También le pidió que ponga en marcha políticas públicas que sirvan para activar la demanda interna en Euskadi, como una vía para salir de la crisis. Después de la reunión con Sordo, el lehendakari se entrevistó con el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, que tiene previsto opinar hoy sobre el contacto.

El líder de CC OO en Euskadi propuso luchar contra la “parálisis del crédito y la caída de los mercados a los que exporta Euskadi”, a base de “desbloquear la negociación colectiva y mejorar las condiciones salariales” de los trabajadores. A día de hoy en torno a 500.000 trabajadores tienen bloqueadas sus condiciones laborales de los que 200.000 las perderán en julio al pasar el año desde que sus convenios perdieran la vigencia.

Por otra parte, el Gobierno calificó ayer en “muy positivas” las reuniones que Urkullu mantuvo la semana pasada con los dirigentes de las instituciones financieras, Kutxabank, Caja Laboral, Ipar Kutxa y Banco Sabadell Guipuzcoano.