El Consell de Cultura vota en contra de las prospecciones petrolíferas en la costa
Un consejero cuestiona si los planes del director de CulturArts significan que "haya que pedir perdón por todo lo que se ha hecho"
El pleno del Consell Valencià de Cultura (CVC) ha aprobado un informe este lunes en el que considera que las prospecciones petrolíferas en las costas de la Comunidad Valenciana son "desaconsejables" debido a los "evidentes riesgos medioambientales" que pueden comportar estas operaciones.
En el documento, el CVC recomienda que se haga "un análisis coste-beneficio, que hasta ahora no ha sido realizado, al menos no ha sido publicado, donde se consideren, por un lado, los efectos que las prospecciones y las subsiguientes explotaciones petrolíferas tendrían sobre la economía general del país y sobre el surtido energético español y, por el otro, las lesiones potenciales al medio ambiente y al paisaje, así como sus consecuencias sobre un modelo productivo prevalente basado en el turismo".
Ese análisis, añade, "debería estudiar todos los efectos posibles según las distintas fases de la intervención y la intensidad de las mismas".
Pero a falta de dicho trabajo, el CVC opina que "los evidentes riesgos medioambientales, el perjuicio real o simplemente temido que las prospecciones ocasionarían a la pesca y al turismo y, sobre todo, la circunstancia de que el Mediterráneo es un mar casi cerrado y ya se considera en la actualidad el más contaminado del mundo por hidrocarburos (...), las hacen desaconsejables".
"En el caso de que se llegase a la extracción, un accidente, que puede ocurrir pese a todas las precauciones, tendría graves consecuencias, no solo para nuestra Comunidad, sino para las comunidades y países vecinos, así como para los hábitats marinos y sus poblaciones", argumenta.
"Nos preocupa en particular --añade el documento-- la intensidad de los impactos sonoros usados en las prospecciones y propagados por el medio submarino, que es de unos 249 decibelios en origen y podría causar daños físicos y perceptivos a las poblaciones de peces y cetáceos".
Aunque el informe ha sido aprobado por mayoría, el consejero José María Lozano anunció que redactará un voto particular en contra del documento.
Además, el Consell Valencià de Cultura (CVC) advirtió de que cuenta con fondos solo hasta el próximo mes de septiembre. El presidente de la institución, Santiago Grisolía, ironizó al decir que, si no se recibe la asignación anual de la Generalitat, habrá que "pedir limosna". El secretario de la entidad, Jesús Huguet, ha informado de que el CVC cuenta en la actualidad con 706.000 euros procedentes de los remanentes --ahorros-- que ha generado la institución por su política de "restricción del gasto", puesto que no percibe la aportación del Gobierno autonómico desde hace tres años.
La Generalitat les ha comunicado, como a otros de sus organismos, que ha decidido "compensar" los 5.600.000 euros que aproximadamente debía al CVC --por las anualidades de 2010 a 2012-- con los remanentes que no le ha devuelto el organismo consultivo. De esta forma, el Ejecutivo valenciano no reclama esos superávits al CVC a cambio de que desaparezca esa deuda y el único pago que quede pendiente sea el de 2013 (de 1,1 millones, un 30 por ciento menos que hace tres ejercicios), según explicaron fuentes de la institución cultural.
El pleno comenzó con la visita del director general de CulturArts, Manuel Tomás, que explicó a los consejeros sus planes en el conglomerado cultural, que presentó la semana pasada a los medios de comunicación.
Manuel Tomás dijo tener definidos "en dos o tres meses" tanto la estructura que marcará la integración de los diferentes organismos culturales públicos en el holding como el "redimensionamiento" de plantilla que comportará su puesta en marcha.
Tomás subrayó a los miembros del CVC su voluntad de establecer cauces de diálogo y colaboración permanentes y se comprometió a someter a su dictamen el Plan Operativo 2013-2015 de CulturArts que se va a redactar. Igualmente, recalcó que el holding debe verse "como una oportunidad, no como una amenaza" y lo ha definido como una herramienta para desarrollar una "política cultural de nueva planta", basada en la "austeridad", la "pluralidad" y la concepción de la actividad artística como motor de "desarrollo económico".
Tras su presentación, los consejeros del CVC fueron tomando la palabra para plantear al director general diversas inquietudes. Así, Ana Noguera preguntó por los plazos en los que CulturArts va a comenzar a funcionar de una manera práctica. Tomás comentó que espera que la estructura esté definida "en dos o tres meses", aunque reconoció la gran "complejidad jurídica y técnica" de esta labor.
Glòria Marcos ha realizado una de las intervenciones más críticas puesto que, aunque ha reconocido que "la música" del discurso de Tomás le gusta, ha remarcado que la cultura "no se hace solo con palabras". Por ello, ha recordado el recorte presupuestario con el que nace CulturArts --cuenta con algo más de 15 millones de euros consignados en los Presupuestos de la Generalitat de 2013-- y las dudas sobre la legalidad de las repercusiones que en los trabajadores tendrá el nuevo holding.
El director general respondió que entendía esta preocupación y admitió que el ajuste de recursos económicos es uno de los "retos" de la entidad, al tiempo que observó que la Comunidad Valenciana de 2013 no es la de 2008, por lo que es "obligación de los gestores adaptarse a la realidad actual". Sobre el personal, ha garantizado que "se actuará cumpliendo estrictamente la legalidad".
Ramón de Soto se refirió a los creadores valencianos que se han "autoexiliado" al no encontrar espacio por "razones ideológicas o de fobias" y pidió que se elabore una base de datos para saber qué artistas se encuentran fuera de su tierra y se les ofrezca la posibilidad de volver aunque sea "de forma parcial".
Consuelo Ciscar se interesó por conocer qué proyectos va a desarrollar CulturArts en el ámbito musical, mientras que José María Lozano pidió que se clarifique el papel del IVAM en el nuevo contexto. Fue el más incisivo y beligerante. Criticó el "mantra" que en su opinión existe y por el que "parece que haya que pedir perdón por todo lo que se ha hecho anteriormente" y reclamó que el CVC pueda tener representantes en el Consejo de Dirección del holding.
Tomás ha asegurado que trasladará esta petición a la consejera de Cultura y presidenta de CulturArts, María José Català, y precisó que proponer una nueva política cultural no es rechazar lo que se ha hecho antes sino que responde al proceso de adaptación por los cambios y al "derecho" de todo equipo a dejar su impronta".
Posteriormente, Manuel Tomás señalado a los medios de comunicación, interrogado por si es posible cambiar el reglamento para que los órganos consultivos tengan presencia en los consejos de dirección y asesores de CulturArts, que "lo importante es el concepto y la idea de que se va a contar absolutamente con todo el mundo, no tanto la fórmula".
Además, explicó que no se ha pronunciado, cuando ha sido interpelado por miembros del CVC sobre el futuro de algunas responsable de entes culturales como Helga Schmidt e Inmaculada Gil Lázaro, porque desea "ofrecer prudencia en los debates sobre las personas, ya que lo más importante es el producto y a partir de ahí se estará dentro o fuera en función de la capacidad y lealtad". No obstante, matizó que en los próximos dos meses se irá "poniendo luz y color a todo esto".
En ese plazo también se pretende ir clarificando la liquidación de las fundaciones que forman parte del holding y trabajar en las programaciones culturales. Tomás admitió en este punto que "2013 no deja de ser un cierto año de transición". "Estamos ya en el primer trimestre y nuestra capacidad de intervención es la que es, hay que entenderlo", concluyó.
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