Valencia y Castellón apartan de la presidencia de las pymes a Alicante

Alicante pierde fuelle. Las pequeñas y medianas empresas valencianas eligieron este lunes a Juan Manuel Suárez-Palacín, presidente también de la Asociación Provincial de Instalaciones Eléctricas y Actividades Similares de Castellón, como nuevo presidente de Cepymeval (Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa Valenciana), un cargo que siempre ocupó un alicantino. El candidato de Castellón se impuso claramente a Cristóbal Navarro, presidente de Cepyme Alicante. El primero obtuvo 70 votos y el segundo, 43. Valencia y Castellón unieron fuerzas. De los 120 representantes en la asamblea de Cepymeval, celebrada en Alicante, 33 correspondieron a Castellón, 48 a Valencia y 39 a Alicante.

Suárez-Palacín, tras su elección, se autodefinió como un hombre “de pocas promesas grandilocuentes” y partidario del “trabajo diario”. Su objetivo será ahora apoyar “las reivindicaciones en los foros adecuados” de las pequeñas y medidas empresas, que suponen el 90% del tejido empresarial valenciano. Y atribuyó su victoria a su experiencia (acumula más de 18 años de representación en diferentes organizaciones empresariales) y a que en “en momentos de crisis habrán pensado que es mejor empezar una nueva etapa sin crispación”. Entre sus prioridades citó exigir a la consejería de Hacienda que active el Instituto Valenciano de Finanzas para que la liquidez fluya, desbloquear la Sociedad de Garantías Recíprocas y aumentar las líneas de financiación a las pymes.

Con la elección de Suárez, Castellón recupera el peso que perdió en Cierval, hace dos años, cuando Alicante y Valencia pactaron para dejar fuera a Rafael Montero de la secretaria general, informa Lorena Ortega. Ahora Castellón tendrá un miembro más en la junta de Cierval, y Alicante lo perderá.

El candidato derrotado, Cristóbal Navarro, lamentó que “sin oír ni estudiar” los programas electorales de los dos aspirantes “se apoyara previamente a una determinada persona”, en referencia al ganador que se ha conseguido el apoyo de sus compañeros de Castellón y buena parte de los de Valencia. “Ahora debemos trabajar unidos”, dijo.

Entre la clase empresarial alicantina el resultado se digirió mal. El presidente de la patronal Coepa, Moisés Jiménez, confesó que es “una pena” que se haya roto la tradición de que Alicante asumiera la presidencia de esta organización. “No estamos especialmente contentos, y hoy es un día triste para Alicante”, dijo el presidente de Coepa que vaticinó que Alicante ahora “perderá visibilidad y capacidad de interlocución”. Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, admitió que los dos candidatos tenían programas similares pero admitió que el de Castellón “era más conocido”.