La declaración del jefe de personal de la Diputación acorrala a Baltar
El funcionario, hijo de un alcalde del PP, culpa al exbarón de los enchufes
El proceso judicial que investiga los enchufes masivos del expresidente de la Diputación de Ourense José Luis Baltar acorrala al cacique del PP. Hasta sus propios vástagos políticos se revuelven contra el mentor que los colocó. La instrucción que pretende apuntalar el presunto delito de prevaricación continuada denunciado por la fiscalía, dio ayer un paso más con la declaración del jefe de Personal. José Luis Suárez, hijo del alcalde baltarista de Monterrei y concejal en ese ayuntamiento, apuntó directamente a Baltar con el dedo. Le acusa de ser ideólogo y ejecutor único de los 104 enchufes.
Suárez, que declaró en calidad de testigo, era el encargado de velar por la legalidad de los procesos de contratación de 2010 ahora investigados. Ayer aseguró ante el juez que Baltar le “ordenó” contratar a los enchufados a través de un procedimiento de urgencia ilegal porque la Diputación “había bajado en un número importante de trabajadores”. A pesar de las advertencias orales sobre ilegalidades e incumplimientos de la ordenanza, el cacique contrató a quién dijo él que había que contratar “obviando los avisos”.
Baltar usó el teléfono en numerosas ocasiones para presionar. El jefe de Personal reveló llamadas telefónicas “constantes” del expresidente a los jefes de servicio y a él mismo, para impulsar la urgencia de las contrataciones. El cacique no quería un proceso de selección ordinario, cuya formalización se extendería más allá del congreso del PP en el que Baltar hijo heredó la presidencia del partido. Por eso insistió en contratar inmediatamente. El nombramiento y la elección las hizo el presidente. Según afirmó Suárez, tardaba dos o tres días en elegir a la persona que se iba a contratar para cada puesto. Al despacho de este jefe de servicio nunca llegó ningún informe sobre la necesidad de reclutar trabajadores. Eran enviados por los alcaldes directamente a Baltar. Sin embargo, esos informes no aparecen. Únicamente recibió los escritos de solicitud realizados directamente por el expresidente. Suárez contradijo a Baltar en casi todo. Y no fue el único. La práctica totalidad de los altos funcionarios que han declarado como testigos descargaron responsabilidades en su exjefe. También aseguró que la relación personal con el exbarón es buena, pese a que el cacique le había culpado ante el juez de no advertirle de ilegalidades ya que era él quién entregaba los currículums.
El exbarón del PP envió los expedientes de las personas que había que contratar y ordenó ejecutarlos. Suárez advirtió sobre las ilegalidades pero matizó en su explicación que el procedimiento de urgencia era el adecuado para resolver las necesidades de personal. A pesar de ello, cumplió órdenes y redactó los ocho decretos que Baltar firmó de su puño y letra. La acusación insiste en que esos contratos masivos sirvieron para enchufar a un centenar de baltaristas, muchos de ellos compromisarios que apuntalaron la sucesión dinástica de padre a hijo en el congreso del PP. Las partes personadas en la causa (PSdeG y Manos Limpias) destacan la “claridad y la contundencia” de las declaraciones del jefe de Personal. El abogado del PSdeG, José Arcos, explica que el papel de este funcionario fue el de un “escribano” a las órdenes de Baltar.
Mientras, el proceso judicial continúa. El juez que instruye el caso, Leonardo Álvarez, solicitó ayer los expedientes de las contrataciones irregulares a una docena de ayuntamientos, dos mancomunidades y a la Diputación. El juez quiere contrastar que existen los informes de necesidad redactados por los alcaldes, a los que Baltar se refirió en su declaración y que el jefe de Personal nunca verificó. Además rechazó por segunda vez el archivo de las diligencias solicitado por la defensa.
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