El Circo del Sol asoma en Madrid con el montaje de su gran carpa
Los artistas empiezan a llegar esta semana para ensayar el espectáculo 'Kooza' 80 operarios colocan la estructura de 51 metros de diámetro "Será un espectáculo con mucha interacción", asegura la directora técnica
El Circo del Sol empieza a asomar en Madrid. A falta de la llegada de los 52 artistas y 110 técnicos que traen el espectáculo Kooza a Madrid a partir del 1 de marzo, su campamento ha comenzado a tomar forma. 80 operarios levantaron ayer el grand chapiteau, la carpa principal, en el escenario de Puerta del Ángel, en la Casa de Campo. Poste a poste y entre gritos, los trabajadores alzaron la estructura de 51 metros de diámetro que dará cabida a 1.500 espectadores. Cuatro banderas; la de Quebec, la de Canadá, la del Circo del Sol y la de España ondean a 17 metros de altura y sirven de guía al resto de la tropa circense que llegará esta semana para los ensayos generales.
“He visto cómo se levanta muchas veces, pero siempre hay imprevistos que lo hacen especial”, reconoce Eduardo Da Silva, el jefe de esta operación, que lleva en la compañía canadiense desde hace 10 años. En esta ocasión, los contratiempos surgieron porque las piezas de la estructura llegaban de diferentes partes del mundo y costó un poco más de lo esperado hacerlas encajar. “Para que todo salga bien tienen que darse tres factores: una correcta preparación del terreno, buena mano de obra y que la climatología sea favorable”, explica con su casco y el chaleco reflectante todavía encima. Los técnicos están preparados incluso para asfaltar el suelo sobre el que se erigirán las carpas, aunque en el caso de Madrid no ha sido necesario.
La gran explanada en Casa de Campo en la que se instalará el Circo del Sol se convertirá en una especie de pueblo móvil. Habrá por ejemplo un espacio para la cocina y el comedor, otro que albergará la escuela (el personal viaja con sus familias), taquillas, oficinas y otro más para entrenarse. Será una ciudad en miniatura en la que se hablarán muchas lenguas, porque el personal fijo del Circo del Sol, compuesto por 162 personas, es de 20 nacionalidades diferentes. Al personal fijo, les acompañan en cada ciudad alrededor de 200 trabajadores contratados según las necesidades. Las conversaciones durante el montaje se desarrollaron en castellano, inglés y francés casi a partes iguales.
Llegar hasta este momento, hasta el empujón final que pone en pie esta inmensa lona de color blanco por fuera y azul por dentro, precisó de nueve días. Desmontar todo costará solo 41 horas. En menos de dos días no habrá ni rastro de que la compañía canadiense pasó alguna vez por Madrid.
Pero este lunes todo era ajetreo en la explanada de Puerta del Ángel, descarga de baúles con la imagen del sol sonriente que identifica a la compañía circense y movimiento de decenas de tráilers que transportan el material para que los artistas hagan soñar en dos semanas a los madrileños. Hacen falta más de 70 camiones para transportar de ciudad en ciudad las más de mil toneladas de material necesarias para dar vida a Kooza.
“Este es un espectáculo con mucha menos tecnología que los anteriores. Habrá un contacto muy directo con el público”, señalaba la directora técnica de la gira, Alana Morgan. Con su walkie talkie controlaba los últimos pasos antes de que el grand chapiteau se alzara. Morgan está al frente de la parte técnica de los tours desde 2009 y reconoce que es un trabajo “especial”. Nunca antes había trabajado en un circo, siempre en obras de teatro y otro tipo de espectáculos, y cuenta que este es “otro mundo”. Mirando la carpa que se extiende ante sus ojos detallaba: “Habrá una banda que tocará en directo y se modulará según la reacción del público. La interacción será muy importante”.
Levantados los más de cien postes necesarios para sostener la estructura, los operarios se felicitaron con un gran aplauso que resonó dentro de la carpa. Fue el primero de los que acogerá esta gran estructura hasta el 30 de marzo, cuando la compañía canadiense haga las maletas y se marche hacia su nuevo destino.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.