CCCB: se va el Sónar y llega Espriu

Una semana después de saberse que el Sónar, el festival de música más internacional de Cataluña, se traslada después de 19 ediciones del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) a la Fira de Barcelona, el centro cultural dirigido por Marçal Sintes, dio a conocer la programación de la próxima temporada marcada por la literatura.

“Cuando comencé hace un año a dirigir el CCCB, los responsables del Sónar ya me plantearon su intención de cambiar de ubicación. Nosotros les hemos seguido ofreciendo todas nuestras instalaciones. Marcharse ha sido una decisión suya”, explicó Sintes, que confirma que trabajan para mantener alguna actividad “no musical” en el CCCB, “aunque este año igual no da tiempo”. Según el subdirector Jaume Badia, tras admitir “cierta nostalgia” por la marcha del Sónar, aseguró que “es un estímulo para prestar atención a nuevas propuestas que requieren una oportunidad”.

Sintes espera aumentar los recursos propios desde el 12 al 25% en los próximos años

Según Sintes, la temporada que comienza es “una de las más potentes y completas del CCCB; incluso más de lo que se podía esperar por los momentos de dificultad”. Entre los retos de su equipo estarán superar el efecto post-Sónar y conseguir que 33.000 personas (las que durante tres días acudían por la música en junio) visiten el centro del Raval atraídos por la oferta cultural. La responsabilidad para conseguir cifras positivas recae en los hombros del escritor chileno Roberto Bolaño, al cual se le dedica la exposición Arxiu Bolaño. 1977-2003 (desde el 5 de marzo), coincidiendo con los 10 años de su fallecimiento. “Generará muchas noticias ya que está previsto presentar un buen número de inéditos suyos”, explicó Juan Insua, uno de los dos comisarios, junto a Valérie Miles. Desde el 22 de mayo, el protagonista será el italiano Pier Paolo Pasolini, que verá como en la exposición Pasolini Roma se repasará su relación con la ciudad de Roma y que podrá verse luego en esta ciudad italiana, París y Berlín. El testigo lo recogerá Salvador Espriu, que desde octubre se instalará en el CCCB en la exposición central del centenario de su nacimiento. Otras de las citas literarias destacadas será Kosmópolis (entre el 14 y el 16 de marzo), centrada en la ciencia, la ciencia ficción y el humor, y que rendirá homenaje a Jaume Cabré y al propio Bolaño.

Como ocurre con otros equipamientos, el CCCB ha visto disminuir su presupuesto. Este año es de 8,9 millones de euros, un 7% menos que en 2012 y un 29% desde 2009. “Hace un año dije que por debajo de nueve millones estaríamos bajo mínimos de supervivencia, pero aguantaremos bien”, dijo convencido Sintes, intentando transmitir una imagen positiva. El año pasado visitaron el centro 314.000 personas, un 12% menos que en 2012, debido a la marcha de otros festivales que abandonaron el CCCB antes que el Sónar, como el Off, el Festival Flamenco o el Sónar Kids. Pese a todo, Sintes trabaja con la idea de aumentar los recursos propios, que ahora son el 12% hasta el 25% en los próximos años. Entre las medidas a adoptar, baraja aumentar el precio de la entrada —5 euros de media— y establecer conciertos con instituciones como el cercano Macba. Según Badia “el CCCB no es un centro turístico, sino cultural, por lo que una de las mayores fuentes de ingresos de otros equipamientos nos queda un poco lejos”. Sin embargo, Badia explicó que se busca aumentar el número de visitantes extranjeros. “Trabajamos con el Macba para hacer un intercambio mutuo de público local y turístico”, remachó Badia.