El obispo ‘antivicio’
Joaquín María López de Andújar, crítico con Eurovegas, tiene fama de moderado y ponderado y no destaca por su vida pública
Joaquín María López de Andújar y Cánovas del Castillo (Madrid, 1942) fue nombrado obispo de Getafe a finales de 2004. En todo este tiempo, en contra de lo que pudiera pensarse tras la respuesta cortante de Ignacio González a sus críticas a Eurovegas, el prelado siempre se había caracterizado por su discreción al frente de la diócesis. Hasta ahora. Su epístola del martes, en la que advertía a su rebaño de fieles de los riesgos que percibe en Eurovegas, un centro de perdición donde converjan “actividades nada deseables como la prostitución, el blanqueo de dinero o el consumo de drogas”, irritó notablemente al presidente de la Comunidad. González le pidió que se dedicara a su cometido como embajador de Cristo en la Tierra: “Le pediría que rectificase o, de lo contrario, que si tiene alguna prueba, que vaya a los tribunales. Y si no que se centre en su función, que los católicos reciban la doctrina de la Iglesia, que lo hace extraordinariamente bien”.
“Su eminencia tiene un alto grado de honestidad, y si ha dicho lo que ha dicho es porque así lo cree. Que sea prudente no significa que defienda los valores de la Iglesia, sea ante quien sea”, explica Pedro Castro (PSOE), alcalde de Getafe entre 1983 y 2011. Y Eurovegas despierta muchos recelos en el clero, con el que los partidos de la oposición, laicos y de izquierdas, y plataformas de militantes contrarios al proyecto de Las Vegas Sands han formado una alianza inesperada. López de Andújar, que además de guardián de la fe es licenciado en Derecho por la Complutense, opina como ellos: los 17.000 millones que promete Sheldon Adelson, señor de los casinos, son a su entender “una solución rápida al problema del desempleo, sin considerar su elevado coste moral y social”.
Un prelado contra Adelson
» Joaquín María López de Andújar se ordenó sacerdote en 1968. También es licenciado en Derecho.
» Inició su carrera pastoral en 1969 en Colmenar Viejo. En 1991 llegó a Getafe. Es su obispo desde 2004.
Nacido en una familia numerosa, el obispo antivicio fue ordenado sacerdote en 1968. Sus primeros pinitos pastorales los dio en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en Colmenar Viejo. Así, desde la base, poco a poco, fue ascendiendo en la jerarquía eclesiástica, cambiando varias veces de parroquia hasta que se asentó a principios de los noventa en la diócesis de Getafe. Allí se ganó la confianza del obispo, José Pérez y Fernández-Golfín, cuyo mandato estuvo marcado por los conflictos sociales por la desindustrialización que se cobró miles de empleos en la zona sur. El prelado se posicionó en más de una ocasión del lado de los trabajadores frente a los patronos.
López de Andújar fue elegido su sustituto en 2004 cuando Golfín murió a los 73 años. Cosas del fútbol, su elección coincidió con el ascenso a Primera del Getafe. La anécdota trascendió y, en su primera visita al Vaticano ocupando el cargo, el resto de colegas le recibió con una salva de aplausos. La tradición se mantiene desde entonces para sonrojo de un obispo al que no le gusta estar en primera línea.
Las señas de identidad más destacables de Golfín, más allá de su cercanía, especialmente con los aspirantes a entrar en el sacerdocio —hizo del seminario del Cerro de los Ángeles uno de los más poblados de toda España en sus 13 años de gobierno—, y en especial su presencia cotidiana en la calle, difieren de las del actual obispo. La sobriedad es el santo y seña de López de Andújar. “Es muy obispo, de la escuela vaticana. Es muy buena persona y prudente no, prudentísimo”, cuenta el regidor actual de Getafe, Juan Soler (PP), que lo define como “muy ponderado y moderado”. “No es ni un lefebvrista ni un teólogo de la Liberación”, explica.
Como demuestra la polémica con el presidente regional, la relación con el poder político no inquieta precisamente a López de Andújar. “No es un obispo progresista al estilo de monseñor Tarancón, pero siempre ha sido muy respetuoso con la alcaldía, fuera socialista o popular. Se mete muy poco en la vida política de la diócesis. Al revés, prefiere recluirse en ella. Al contrario que Golfín, se deja ver muy poco. Apenas tiene vida pública”, añade Castro, que dedicó al predecesor de López de Andújar una estatua de 5.000 kilos de bronce frente a la catedral de Getafe.
El perfil bajo de López de Andújar no resta trascendencia a sus palabras. Al contrario. “Le tengo un gran aprecio personal e intelectual, pero, sinceramente, no coincido con sus valoraciones. No creo que [Eurovegas] vaya a suponer todos esos males. Espero que cuando se vayan conociendo todas las actividades que habrá, cambie de parecer”, apunta el alcalde de Alcorcón, David Pérez.
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