Libertad vigilada para los menores acusados de encubrir el caso de El Ejido

El juez de menores de Almería Miguel Ángel Fernández ha decretado libertad vigilada para los cuatro menores acusados de encubrir el supuesto asesinato de un joven marroquí de 18 años en El Ejido el pasado noviembre. El magistrado ha atendido la petición de la fiscal de menores que interrogó a los adolescentes, dos chicos y dos chicas entre 14 y 17 años, tres de ellos de nacionalidad española y un varón de nacionalidad rusa, que alegaron sentir miedo por represalias para no revelar a la policía el crimen desde que hace tres meses sus dos amigos cometieron supuestamente el apuñalamiento.

Los dos acusados del asesinato de Nasr Muh Ou Chaieb, de 14 y 16 años, ingresaron el pasado jueves en un centro en régimen cerrado de orden del juez. El primero había admitido la autoría del crimen, pero el segundo aseguró que había presenciado los hechos sin haber intervenido salvo para enterrar el cadáver. Esta mañana las declaraciones de los cuatro menores apoyaron la tesis del menor de 14 años que había confesado el crimen e incriminó a su amigo: todos ratificaron la autoría compartida del crimen. Es decir, desbarataron en parte la defensa del adolescente de 16 años que quiso exculparse del crimen.

Las escuchas realizadas por la Guardia Civil durante la instrucción del caso apuntalan esta tesis de que ambos menores participaron en el apuñalamiento mortal que produjo a la víctima 23 heridas. Los pinchazos telefónicos revelan incluso actitudes en defensa de los presuntos autores del ataque por parte de los supuestos encubridores. “Algunos les daban consejos a los autores del crimen sobre qué decir y qué callar. Llegaban a jalearles por teléfono”, relatan fuentes del caso.

En los interrogatorios de los cuatro menores, que acuden al mismo instituto de El Ejido y son todos conocidos entre sí, estos aseguraron que conocieron el crimen por boca de los dos supuestos autores y que temían que pudieran resultar dañados en caso de revelar el crimen, tras ver el nivel de violencia que demostraron su pareja de amigos. “Alegaban que si se implicaron en el apuñalamiento, por qué no podían hacérselo a ellos”, explican dichas fuentes. Los cuatro adolescentes corroboraron  las supuestas desavenencias entre la víctima y sus agresores por el intercambio de móviles, bicicletas y otros útiles para su posterior venta.

Mientras, la familia de la víctima se ha manifestado para reclamar “justicia” a las puertas del edificio judicial de la Fiscalía de Menores donde prestaron declaración los cuatro adolescentes. Los familiares y amigos de la víctima portaban fotografías del joven marroquí y pancartas para exigir justicia y pedir la modificación de la Ley del Menor en vigor con la consigna “menores pero asesinos”.

La hermana de la víctima, Najlae Muh Ou Chaieb, ha definido a Nasr como “un niño que hacía vida normal y que era muy tranquilo. Le engañaron, era muy inocente. Si hubiera tenido maldad, no habría caído”. “Deberían ser juzgados como los criminales que son, porque lo que han hecho no es de ser menores”, ha añadido la joven. Esta protestó por la investigación policial después de haber facilitado todo tipo de información a los agentes. “Han pasado de nosotros olímpicamente”, ha censurado. Sin embargo, dados los resultados obtenidos por los investigadores, el tiempo dedicado a las pesquisas parece prudencial.

La Operación Airsoft se inició el pasado martes con la detención de seis menores después de que hace tres meses un vecino de Almerimar (núcleo poblacional cercano a El Ejido) se topara con el cadáver de Nasr enterrado en una zona costera.