Fomento detecta errores de coordinación en el accidente mortal de La Tinença

Casi tres años después del accidente mortal en el que falleció un piloto y un operador durante las labores de extinción de un incendio en La Tinença de Benifassà, ya existe un informe oficial sobre las causas y circunstancias del siniestro. La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) ha concluido que la causa fue “un viraje con un fuerte alabeo que en combinación con el fuerte viento y las probables turbulencias ocasionó la pérdida de control de la aeronave”. El informe destaca que el piloto, de 31 años, decidió volar por su cuenta a pesar de que el resto paró por las ráfagas. No obstante, llama la atención en los errores de coordinación que se dieron durante las labores de extinción del incendio de mayo de 2010.

“Durante la investigación se han detectado algunas deficiencias en la organización y coordinación de las operaciones, que han dado lugar a la emisión de dos recomendaciones de seguridad al operador (Avialsa)”, recoge el documento. El piloto y el operador trabajaban para la Generalitat de Cataluña.

La CIAIAC señala que el manual de operaciones de Avialsa “no concretaba un procedimiento para una toma de decisiones centralizada durante una operación”. Los testimonios recabados durante la investigación indicaron que el piloto fallecido “conocía perfectamente la situación meteorológica” y que “los demás pilotos habían cesado la actividad o iban a hacerlo porque pensaban que era peligroso”. No obstante, el piloto catalán realizó una descarga y regresó a cargar al aeródromo del Grau de Castellón. Allí, el responsable de instrucción informó de que debían cesar los vuelos. También lo dijo al fallecido, tal y como consta en el informe, pero éste optó por realizar una última descarga y retornar a la base de Sabadell con el operador a bordo.

Pese a todo, la investigación del organismo dependiente del Ministerio de Fomento advierte de que “no se estableció un mando único que coordinara la participación de los distintos medios” entre la Comunidad Valenciana y Cataluña. Además, el manual de Avialsa “no definía claramente la participación y las responsabilidades concretas” del personal. “Se da la circunstancia de que al único al que se pudo localizar fue al responsable de instrucción, que sí transmitió la orden concreta (el cese de los vuelos), pero no resulta del todo extraño que el piloto del avión accidentado no la tuviera en cuenta dado que su cargo no comportaba responsabilidad ni mando en las operaciones”, recoge el documento.

Tras el accidente, la compañía emitió una orden para que ningún operador fuera en las avionetas durante la carga ni en las inmediaciones de un incendio. Además, la CIAIAC, cuyos informes van encaminados no a la determinación de responsables, sino a prevenir futuros accidentes, insta a Avialsa a establecer una jerarquía en la toma de decisiones, así como a modificar su manual de operaciones.