La ministra no trajo la cesión de la dársena ni visitó la T-2
La Generalitat pidió ayuda a Fomento para acabar la línea de Metrovalencia
El paso de la titular de Fomento por Valencia fue más bien breve. Cumplió con la invitación que hace unos meses le cursó la patronal valenciana Cierval para que asistiese a un acto sobre el corredor mediterráneo. Y eso hizo. Ana Pastor no visitó, como prometió a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, recorrer las obras de la T-2 de Metrovalencia, paralizadas por falta de presupuesto. La Generalitat pidió ayuda a Fomento para acabarla. No era el momento.
Tampoco trajo bajo el brazo el convenio para la cesión de los terrenos de la dársena a la ciudad, que el Ayuntamiento de Valencia espera desde hace tiempo. Pastor sí quiso mencionar el asunto en atención a Rita Barberá, sentada en primera fila del acto. “El estudio informativo está muy avanzado. Estamos ayudando”, agregó la ministra, “para que el puerto de Valencia, también el deportivo, sea un referente en toda España”, resolvió.
Sus palabras no complacieron a la oposición. El socialista Joan Calabuig, portavoz del Ayuntamiento de Valencia, criticó que Barberá “haya sido incapaz de arrancarle el compromiso a Pastor” de participar en la financiación de la T-2.
Pieza dañada
Personal dependiente del Ministerio de Fomento retiró este lunes la pieza dañada del viaducto del embalse Contreras en la A-3, que obligó el viernes a cortar el tráfico entre los puntos kilométricos 242 y 255 y a desviarlo provisionalmente a través de la N-III. En la actualidad, están preparando la superficie donde se unirá la chapa de acero que la reemplazará, que ya ha sido encargada.
Según han explicado fuentes de la Demarcación de Carreteras de la Comunidad Valenciana, el viernes se detectó la rotura de una soldadura de la estructura de la celosía metálica sobre la que se apoya el tablero de hormigón por el que circulan los vehículos, en la zona más próxima al túnel en sentido Valencia, durante una de las habituales inspecciones visuales que se realizan cada 15 meses.
Tras cortar el tráfico en la zona afectada, se convocó a técnicos especialistas en estructuras metálicas y se encargó la maquinaria necesaria para inspeccionar el deterioro de esa placa metálica, de seis metros y tres toneladas, que se sitúa a unos 35 metros de altura sobre el embalse y a cuatro metros por debajo del tablero del puente.
El sábado se hicieron los cálculos del proyecto para sustituir la pieza y se encargó el acero corten necesario para construirla, elegido por la protección frente a agentes atmosféricos.
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