Tempestad de movimiento

El bailarín, coreógrafo y músico israelí Hofesh Shechter está considerado como uno de los creadores más interesantes de la escena británica. Su éxito reside en el trazo inteligente, fluido y sensible de su lenguaje coreográfico, al que hay que sumar un don especial para conseguir el impacto visual con las escenas de grupo. Formación con unos excelentes bailarines que se mueven como una tribu cuyo gesto destila ferocidad y belleza a la vez. La primera vez que Hofesh actuó en Barcelona al frente de su compañía, siendo un desconocido, fue en el Sant Andreu Teatre (SAT), en el marco de la programación del Grec 07, entonces hechizó al público barcelonés para rendirlo posteriormente con su actuación en el Mercat de les Flors en 2009. El espectador entendido se dio cuenta que el grupo de Shechter había dejado de ser una promesa y se había convertido en una compañía de peso en el panorama de la danza contemporánea europea.

Ahora el Mercat de les Flors ha invitado a este artista junto a su grupo a crear en residencia en el Graner durante un mes. El resultado de este trabajo será una obra que se estrenará en Melburne, París y Nueva York, y el año que viene se bailará en el Mercat. A cambio de esta invitación en el Graner, La Hofesh Shechter Company ha ofrecido tres actuaciones en el Mercat, en las que ha bailado la ya conocida pieza Uprising, interpretado por lo hombres de la compañía y The Art of Not Looking Back, ésta última es una pieza que interpreta el elenco femenino del grupo y que está marcada por un hecho crucial en la vida de Hofesh: el abandono de su madre cuando tenía la edad de dos años.

En The Art of Back Not Looking, el coreógrafo se sumerge en el universo femenino para proyectas una visión sobre la mujer, pero no es una mirada imparcial, su visión está marcada por el rencor hacía su madre. Las mujeres bailan de forma histérica o voluptuosa su movimiento es agresivo y audaz, belleza y fealdad se entrecruzan en este agitado mar de emociones en contradicción. Mientras trascurre este pieza la voz en off del coreógrafo va repitiendo obsesivamente: no vale la pena mirar hacía tras, pero al público le queda claro, a través del baile de esta obra, que Hofesh sigue mirando hacía tras con ira. Solo algunos fragmentos de música de Bach, que se combinan con estridentes pasajes sonoros de John Zorn, endulzan esta provocadora pieza.

La primera coreografía del programa Uprising volvió a encandilar al espectador por su baile enérgico y vital. Sorprende como los cuerpos de los bailarines se retuercen, se elevan y giran a una velocidad vertiginosa, es un baile insaciable ejecutado con gran nitidez.