Moragues ha sido a la vez consejero y delegado de Hacienda

El nombramiento de Juan Carlos Moragues como consejero de Hacienda y Administración Pública en la remodelación del Consell que ejecutó el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en vísperas de Navidad, levantó comentarios sobre la influencia del ministro del ramo, Cristóbal Montoro, en la decisión. Desde la oposición se hizo más de un sarcasmo en el sentido de que el nuevo consejero, era, en realidad, un hombre de negro que enviaba el Gobierno central a una comunidad acogida a los mecanismos de rescate.

Más de un mes después, la publicación, el martes, en el Boletín Oficial del Estado, del cese de Moragues como delegado de la Agencia Tributaria en Castellón revela que el nuevo consejero ha sido a la vez miembro del Gobierno valenciano y delegado de Hacienda en Castellón. Lo que no deja de ser contradictorio. “No se trata de que haya podido cobrar irregularmente porque eso se puede arreglar”, señaló este miércoles el diputado socialista Rafael Rubio. “El problema es que la Ley de Gobierno establece que los altos cargos de la Generalitat son incompatibles con cualquier otra actividad pública o privada”.

La Consejería de Hacienda negó la mayor y aseguró que, tras el nombramiento de consejero Moragues entró en una situación de excedencia especial hasta la publicación del cese oficial en el BOE. Según Hacienda, Moragues en ningún momento compatibilizó el cargo de consejero con el de delegado de Hacienda en Castellón. Dado que la resolución de cese lleva fecha de 1 de febrero y se publicó el día 5, su entrada en vigor se produjo este miércoles. Eso hace que surjan dudas sobre los acuerdos que haya adoptado Moragues como consejero durante ese tiempo. “¿Son nulos o anulables?”, se pregunta Rubio. “Por lo menos existen dudas razonables”. En opinión del parlamentario, “en todo caso, el episodio demuestra la chapucería con la que funciona la Generalitat”.