Acuerdo entre los sindicatos y Nissan para fabricar un coche en Barcelona

Los sindicatos de la planta de la Zona Franca de Barcelona y la compañía Nissan firmaron ayer el acuerdo de competitividad que permitirá a la fábrica catalana optar a la construcción del nuevo turismo de la multinacional japonesa, que creará 1.000 empleos directos y otros 3.000 indirectos. El acuerdo, que supone la aceptación de una doble escala salarial para los nuevos trabajadores, pero blinda la plantilla actual frente a las nuevas incorporaciones, se firmó tras una reunión de 21 horas entre la dirección y CC OO y UGT, cuyas propuestas conjuntas se añadieron en forma de anexo al acuerdo que firmaron el día 21 Nissan y SIGEN-USOC.

Una vez alcanzado el consenso, solo falta que la matriz nipona confirme la asignación del nuevo vehículo. El vicepresidente de fabricación de Nissan en Europa, John Martin, les trasladará hoy el acuerdo, y habrá que esperar a que ni Inglaterra, donde Nissan tiene su sede europea, ni Francia, donde las plantas de Renault reclaman una mayor producción a la alianza franco-nipona, se conviertan en otro escollo a las aspiraciones de la planta catalana.

Las partes estamparon sus firmas oficialmente por la tarde durante un acto en el que participaron los representantes sindicales y el consejero director general de Nissan España, Frank Torres, y que presidió el consejero de Empresa de la Generalitat, Felip Puig. Torres aseguró que tras el acuerdo “la planta de Barcelona está preparada para afrontar con mayores garantías el futuro”.

El Gobierno catalán ha jugado un papel decisivo en las últimas semanas, sobre todo desde que el día 17 de este mes Nissan dio las conversaciones por rotas y convirtió su mensaje en un mantra: “El coche está perdido y no hay nada que hacer”. Pese a esa insistente afirmación, tampoco desvelaba qué planta del grupo se había hecho con la fabricación del modelo. Puig reveló ayer que el Gobierno catalán habló con Japón durante la tarde del lunes y la madrugada de ayer. Recién aterrizado como consejero del ramo, ha marcado el primer gol.

A nivel interno, las conversaciones para la llegada de un turismo a la planta de la Zona Franca han sido eternas. “El parto de la burra”, dicen los sindicatos medio en broma medio en serio, porque nunca sabrán si la actitud de Nissan fue de farol desde el minuto cero (y la dirección sabía que tenía el coche aparcado en la puerta) o la no aceptación de las exigencias de la matriz estuvo a punto de provocar la pérdida del coche. Las negociaciones para que la planta ganara en competitividad comenzaron antes del verano, pero inicialmente Nissan no habló de una nueva adjudicación, sino de la ampliación de la producción de la pick-up OneTone, que saldrá de las naves de la fábrica barcelonesa a partir del año que viene.

El nuevo turismo, del que Nissan presentó un prototipo en el pasado salón de Ginebra, el Invitation, es un cinco puertas compacto con ambición de superventas, un coche equivalente al Golf de Volkswagen o el Focus de Ford. La fabricación supondrá una inversión de 130 millones, porque habrá que crear una nueva línea de producción, porque la planta de la Zona Franca solo produce furgonetas y todoterrenos. Es una buena noticia no solo por la creación de empleos y por la inversión, sino también porque situaría a la planta en una posición estratégica al ampliar la gama productiva.

La adjudicación tiene también una lectura interna en clave de política sindical, porque las tres principales fuerzas (CC OO, UGT y SIGEN-USOC) están divididas desde la adjudicación de la OneTone. Adjudicación tras adjudicación de más carga de trabajo, el modus operandi de Nissan siempre es el mismo: exigencia de rebajas salariales y de condiciones laborales a cambio de producción. La división se visualizó perfectamente cuando todos los sindicatos pretendían adjudicarse la victoria. SIGEN-USOC defendió su actitud “responsable” firmando el pasado día 21y recordando que el acuerdo firmado ayer es aquél, con el anexo de CC OO y UGT. “Hemos estado a punto de perderlo”, aseguraba ayer el representante de SIGEN-USOC en Zona Franca, Enrique Saludas. Los dos grandes, por su parte, sacaron pecho “demostrando que aguantando las presiones podemos garantizar la calidad del empleo”, en palabras del representante de UGT, Xavi Hernández. Raúl López, de CC OO, defendió que el pacto definitivo atenúa la doble escala salarial, porque que a partir del quinto año de antigüedad la diferencia de sueldos entre nuevos y veteranos se suplirá con formación en horas de trabajo.

El ahorro en personal durante los primeros años de producción del nuevo coche será de 34 millones de euros y el coche podría comenzar a producirse en 2015, con 80.000 unidades anuales. Por aquél entonces, Zona Franca ya producirá también la pick up y la versión eléctrica de la NV-200 en exclusiva para todo el mundo.