Carlos Fabra asume el protagonismo de la Cámara y eclipsa a su presidente
El exlíder del PP de Castellón se proyecta a través de la institución y Aerocas
Carlos Fabra abandonó en mayo de 2011 la presidencia de la Diputación de Castellón tras dirigirla durante 16 años. Un año después se apeó del púlpito de la política con su marcha de la presidencia provincial del PP, cargo que ocupó durante más de dos décadas. Para cualquier otro político de provinciasesto hubiera bastado para desaparecer del mapa mediático, pero no para Carlos Fabra. Y no ha sido así porque el Gobierno valenciano le sigue manteniendo al frente de la empresa pública que gestiona el aeropuerto, a pesar de sus imputaciones y sus desencuentros o provocaciones al Consell, y porque ha asumido el protagonismo oficial en la Cámara de Comercio, donde ejerce como secretario general.
El presidente valenciano, Alberto Fabra, le confirmó este jueves en su puesto en Aerocas alegando a su “valentía” por dar un aeropuerto a la provincia de Castellón. La confirmación le sigue otorgando al exbarón castellonense una tribuna pública con la que mantener su presencia en la actualidad regional. Pero no es la única. Cuando Fabra se marchó de la Diputación recuperó su puesto como secretario general de la Cámara de Comercio. Antes de que él llegara, pocos conocían a su antecesor. “Era un cargo oculto, sin trascendencia pública”, comenta uno de los trabajadores que vivió el desembarco de Fabra en la institución cameral.
El de secretario general “era un cargo oculto, sin trascendencia”
Ahora, no sólo todos conocen quién es el secretario general, sino que ha pasado a asumir todo el protagonismo en detrimento del presidente, Salvador Martí. Es él quien preside las comparecencias ante la prensa, quien recibe a los consejeros del gobierno valenciano en su despacho, y quien emite comunicados con mensaje político en días como el de la huelga general de noviembre o para alzar la voz contra la tasa al gas que el Gobierno implantó en perjuicio de la industria azulejera local, entre otras cosas.
“Si unes una personalidad tan fuerte como la de Fabra a la de un presidente ya con una edad avanzada y considerando que no se hubiera presentado a la reelección, parece lógico que se llegue a esta situación”, indica este extrabajador. Según explica, no se trata de una “suplantación” de funciones, aunque admite que ha habido “un cambio importante”. Un cambio que se visualiza en la presencia mediática a cualquier comparecencia ante la prensa que realiza el secretario general. Son de las pocas citas en las que se puede acceder directamente al presidente de Aerocas. De hecho, es realmente el cargo que ocupa al frente del aeropuerto el que le sigue granjeando titulares y voz para manifestarse incluso en contra de consejeros del Gobierno valenciano. “Nadie está autorizado para decir lo contrario de lo que yo digo, y si lo dicen, no será cierto”, llegó a decir Fabra sobre las declaraciones de un exmiembro del Consell sobre el aeropuerto.
No ha habido suplantación de funciones, pero “sí un cambio”
La Cámara de Comercio de Castellón se ha convertido así en el escenario desde donde salen los anuncios sobre el aeropuerto. Lo es cuando se celebran allí las secretas reuniones del consejo de administración de la empresa pública (antes se informaba oficialmente de ellas) y cuando acude a su despacho el consejero de Turismo, Máximo Buch, para anunciarle a él (y a la prensa) la existencia de una oferta de compra el mismo día que este miembro del Consell aseguró no saber nada de una propuesta de compra.
Fabra dejó descolocado al consejero y al Gobierno valenciano con este anuncio. Él mismo aseguró que las negociaciones con el grupo hispanolibio se habían estado fraguando desde el pasado verano pero no lo comunicó oficialmente hasta diciembre. Un secretismo que ha alcanzado su máximo nivel con la cesión de las pistas para los entrenamientos automovilísticos. Carlos Fabra se ha referido en varias ocasiones a Aerocas como “su empresa” o “la empresa que yo dirijo”.
Por otro lado, también el puesto de secretario general o, más bien, la posición que ha asumido como el jefe de la Cámara de Comercio le vale para buscar apoyos a nivel político como cuando pidió a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que acelerara el proceso de certificación del aeropuerto en una reciente visita de ésta a Castellón a la que acudió la plana mayor de la política y el mundo empresarial. Incluso movió ficha cuando se habló de un posible cambio en la presidencia del puerto.
Pero también se le reconocen los méritos. Pese a que una de sus primeras medidas al llegar a la Cámara fue aplicar un ERE a la plantilla, alguno de los afectados le define como “un hombre de Cámara” y le reconoce hechos como conseguir que el Consell destinara por primera vez dos millones de euros de su presupuesto a la institución cameral. “El secretario general de la Cámara se sabe ganar los garbanzos”, dijo entonces Fabra de sí mismo.
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