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Fabra tiene menos consejeros, pero más altos cargos que antes de la remodelación

Los socialistas critican que no hay una reducción real de la estructura del Consell

La remodelación del Consell que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hizo el pasado mes de diciembre, y que todavía no ha explicado ante las Cortes Valencianas, no ha supuesto, pese al recorte de 10 a ocho consejerías, una reducción real en el número de altos cargos y de libre designación de la Administración autonómica. El retraso en la comparecencia del presidente y de los nuevos consejeros, gracias al periodo de vacaciones parlamentarias del mes de enero, del que el PP se ha negado a prescindir, ha dado tiempo a los socialistas a revisar el alcance de la reestructuración. Y el diputado del PSPV-PSOE Rafael Rubio es tajante en sus conclusiones: “Hay más altos cargos de los que había antes, en el último Gobierno de Fabra y también en el último de Francisco Camps”.

Es verdad, empieza por asumir el diputado, que hay dos consejeros menos, que se corresponden con los antiguos departamentos de Cultura, Turismo y Deporte, cuyas competencias se han repartido entre las carteras de Educación y de Economía, y de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, que ha asumido el vicepresidente de la Generalitat, José Ciscar. También hay, en consecuencia, dos subsecretarios menos y dos secretarios generales menos. Sin embargo, el número de secretarios autonómicos es el mismo que antes, 20. Igual que el de directores generales, que eran 56 en el Consell anterior y siguen siendo 56 en la nueva estructura del Gobierno autonómico.

El número de subdirectores generales, en cambio, aumenta de 82 a 111 en el Consell que Fabra ha organizado tras la crisis que precipitó la dimisión de su anterior consejero de Hacienda, José Manuel Vela, imputado por entregar presuntamente a Rafael Blasco un documento judicial relacionado con el caso en el que este exconsejero y exportavoz parlamentario del PP está implicado. El incremento del número de subdirectores generales tiene que ver con la desaparición de los antiguos jefes de área, que se han incorporado en su mayor parte a esa categoría.

Por lo que se refiere al personal eventual sin responsabilidad ejecutiva, es decir, a los cargos de libre designación propiamente dichos, han pasado de 87 a 91. Se trata de ocho jefes de gabinete y 83 asesores. La mayor parte de los asesores se adscriben a la presidencia de la Generalitat, que ha pasado de tener 17 a una veintena de asesores en la nueva organización.

Antes y después

Consejeros. Han pasado de 10 a ocho con la remodelación del Consell.

Secretarios autonómicos. Había 20 y sigue habiendo los mismos.

Subsecretarios. También se han reducido de 10 a ocho.

Secretarios generales. Se ha reducido de 10 a ocho.

Directores generales. Sigue habiendo 56.

Subdirectores generales. Aumentan de 82 a 111.

Jefes de gabinete y asesores. Aumentan de 87 a 91.

Jefes de servicio. Bajan de 409 a 389.

Queda la categoría de los jefes de servicio, unos puestos que han de ser cubiertos por funcionarios aunque su nombramiento sea de libre designación por los consejeros. Aquí ha habido una reducción de 409 a 389.

En conjunto, pues, el argumento de la reducción de altos cargos queda desautorizado por las cifras, según remarca Rubio. El diputado socialista explica el caso del área de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, que ahora depende del vicepresidente Ciscar. “Se ha hecho cargo de la antigua consejería tal cual”, indica. “Con ello, la nueva estructura duplica muchos de los servicios. Por ejemplo, no hay un solo departamento económico, ni uno solo de personal o de contratación, sino dos, Es verdad que no hay consejero ni subsecretario, pero el secretario autonómico hace prácticamente de consejero”.

Rubio ha sacado también las cuentas en lo que se refiere al coste salarial de todos esos cargos y apunta que, sin contar el pago a la Seguridad Social y además del presidente, cuyo sueldo es de 67.615 euros anuales, los consejeros cuestan en conjunto 460.792 euros; los secretarios autonómicos, 1,1 millones de euros; los directores generales, 3,1 millones; los subsecretarios, 444.200 euros; los secretarios generales, 404.000; los subdirectores generales, 5,6 millones de euros, y los asesores, más de 3,6 millones de euros.

Rubio recuerda que el último Gobierno socialista de la Generalitat presidido por Joan Lerma, en 1995, sin las competencias de empleo ni de justicia, que ahora tiene el Consell, y contando a los jefes de servicio, tenía 302 cargos frente a los 691 actuales. “Todo es mentira”, indica el diputado de los argumentos de austeridad con los que Fabra justificó la remodelación. “Ni hay reducción de altos cargos ni hay ahorro”.

Los socialistas han hecho de la reducción de altos cargos una de sus propuestas más llamativas en la oposición a la política del PP y a los recortes que el equipo de Alberto Fabra está aplicando a la Administración autonómica, con efectos visibles sobre áreas como la educación, la sanidad o los servicios sociales.

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