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La semana por delante

Mira y Wagener, música inspirada en la Alhambra y Gades de Getafe, entre las propuestas

Magüi Mira y Ana Wagener en 'La anarquista'.
Magüi Mira y Ana Wagener en 'La anarquista'.

teatro

Dos bestias en un ‘ring’ ideológico

Es impresionante comprobar con qué actorazos cuenta la cartelera madrileña. También hay textos importantes, también; pero, de poco, de nada servirían si no los defendieran esa cantera con que cuenta hoy la escena española. Como Magüi Mira y Ana Wagener que están anonadando con La anarquista (sala pequeña Teatro Español), última obra de David Mamet que se ha estrenado simultáneamente en Nueva York y en Madrid. Allí dirigida por el propio autor, que es un gran dramaturgo, pero cuestionado como director. Aquí por José Pasqual, que es un buen director. Allí no ha funcionado: la han metido en un gran, enorme, teatro (Golden), con dos buenísimas actrices (Patty Lupone y Debra Winger) y con las entradas a más de 200 dólares. Se han equivocado. Aquí, esas dos bestias juntas en ese pequeño escenario convertido en ring ideológico, encarnando Mira a una terrorista y Wagener a una funcionaria de prisiones, han acertado. Y mucho.— ROSANA TORRES

Marcela y Elisa, que se travistió para casarse por la Iglesia en 1901.
Marcela y Elisa, que se travistió para casarse por la Iglesia en 1901.

clásica

El embrujo de la Alhambra

Si hay una ciudad que haya fascinado a los artistas de una manera especial esa es Granada. La ciudad supuso un motor creativo para muchos pintores, poetas y también compositores. A esa música derivada de la arquitectura esplendorosa de los palacios nazaríes se la denomina música alhambrista, y mañana será la Joven Orquesta Nacional de España (Jonde) la que se encargue de recrearla en el Teatro de la Zarzuela. Es la primera vez que el conjunto, que cumple 30 años este 2013, se sube a las tablas de este teatro, y lo hace con un repertorio integrado por obras de Chapí, Usandizaga, Julio Gómez, Debussy, Marqués y, por supuesto, Falla. El compositor gaditano dejó como nadie la huella de la ciudad en su música en Noches en los jardines de España, La vida breve o su Elegía de la guitarra, que se interpreta en este concierto. La fascinación por la Alhambra sigue dando fruto, es fuente viva de inspiración. Ya lo dijo Lope de Vega: “No sé si llamé cielo a esta tierra que piso, si esto de abajo es el paraíso, ¿qué será la Alhambra, cielo?”.— MIGUEL PÉREZ MARTÍN

danza

Hacia los nuevos públicos

Antonio Gades.
Antonio Gades.

La Semana Gades de Getafe comienza el martes con la inauguración oficial del Aula Municipal de Danza. A las 18.30, en el teatro Federico García Lorca de la localidad madrileña, tendrá lugar la puesta en escena del espectáculo pedagógico Movimientos de la danza al tacón, creado por la Fundación Antonio Gades y su compañía de ballet español. La experiencia se repite el jueves 17 a las once de la mañana dentro de la campaña de formación de nuevos públicos Getafe-Unesco. Los actos se sucederán a la semana siguiente con la proyección de documentales, más espectáculos y exposiciones alrededor de la figura del genial coreógrafo y bailarín de Elda.— ROGER SALAS

cine

Los años dorados de un viejo mundo

Sabu y John Justin, en 'El ladrón de Bagdad'.
Sabu y John Justin, en 'El ladrón de Bagdad'.

Hoy, pocos responsables de efectos especiales crean de manera orgánica; confían en el ordenador para probar, repetir y ajustar sin agobios temporales. A cambio se pierde magia y emoción. Y para el que dude, la Filmoteca Española proyecta la versión de 1940 de El ladrón de Bagdad, producida por los hermanos Korda (Alexander y Zoltan) y dirigida por ellos, Michael Powell, William Cameron Menzies, Tim Whelan y Ludwig Berger. ¿Por qué tantos? Porque A. Korda dudaba, cambiaba de criterio y como además contaba Powell: “Nadie tenía control sobre el guion, se inventaba en plató, Se rodaba a la vez en exteriores y interiores. Cuando dudábamos, cogíamos la bicicleta e íbamos a ver lo que se hacía al lado”. Una locura maravillosa.— GREGORIO BELINCHÓN

arte

Sospechosas habituales en la historia reciente de España

En 1901, la pareja formada por Elisa y Marcela, contrajo matrimonio eclesiástico en una iglesia de A Coruña. No es que a comienzos del siglo pasado la Iglesia sufriera un ataque de progresismo. Para poder hacerlo, Elisa se travistió de hombre, cambiando radicalmente de aspecto y se rebautizó con el nombre de Mario para poder recibir el sacramento. Tres meses después fueron descubiertas. Perseguidas por la justicia, la prensa se ensañó con ellas con crueles caricaturas. La pareja pudo escapar a Argentina, donde su rastro se perdió. La escritora Emilia Pardo Bazán reconoció que nunca habría sido capaz de imaginar una novela semejante.

Las fotografías de ambas mujeres antes y durante la ceremonia, las crónicas de la época y los chistes ilustrados forman parte de la exposición Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad (1930-1980) que hasta el 10 de febrero se puede ver en el Ateneo de Madrid. Es todo un repaso al papel y el trato que han recibido las mujeres en la historia reciente de España. Las comisarias, Raquel Osborne y María Rosón, han montado una exposición que se recorre entre la angustia y la ternura, entre la rabia y la sonrisa. El hilo conductor es la sexualidad de la mujer en ese período. Para narrarlo se sirven de documentos originales, libros, revistas, fotografías, ropa (uniformes de colegio o de la Sección Femenina). En una peculiar mezcla entre lo privado y lo público, lo anónimo y las élites, dividen la muestra en cinco grandes temas: las modernas, las inmorales, las domesticadoras, las decentes y las liberadas.— ÁNGELES GARCÍA

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