Los acusados de apuñalar a un menor concentran las culpas en uno de ellos

Dos de los cuatro acusados de apuñalar a un menor de 16 años en Valdemoro en 2010 por diferencias ideológicas han atribuido hoy en la Audiencia Provincial la autoría de la agresión a uno de los procesados y han exculpado al que fue identificado por la víctima y que se encuentra en prisión provisional por estos hechos.

En el banquillo de los acusados, se han sentado Andrés María Fernández Jiménez, Enrique García González, Damian Pawel Dabrowski y Tamara Fernández Lozano, que se enfrentan a una petición de la Fiscalía de 14 años de prisión cada uno como coautores de un delito de asesinato en grado de tentativa con alevosía y agravante de disfraz. El abogado de la víctima ha elevado la petición de pena de prisión a 16 años de cárcel, mientras que los letrados de los acusados han pedido su libre absolución.

Los hechos ocurrieron el 7 de noviembre de 2010 cuando los cuatro acusados y una quinta persona no identificada resolvieron a apuñalar en Valdemoro al menor J.P.G., que tenía 16 años, según el escrito de calificación provisional del Ministerio Público.

Ninguno de los acusados, salvo Andrés María, tenía relación con el menor asesinado, pero la investigación apunta a que el crimen se debió a diferencias ideológicas, ya que el menor se definía a sí mismo como franquista-falangista y los presuntos agresores son sospechosos de tener vinculación con la extrema izquierda de signo violento.

Durante el juicio, Tamara y su novio, Damian, han explicado que el día de los hechos fueron a Valdemoro en el vehículo de Damian a buscar primero a Andrés y después a Enrique y a otro chico llamado Kamil para ir a ver un partido de fútbol a un bar de la localidad madrileña de Torrejón de Velasco.

Tamara y Damian han asegurado que, en el hospital de Alcorcón, Enrique les confesó que había apuñalado a un chico en Valdemoro y les dijo que no abrieran la boca bajo la amenaza de que iría contra quien contase algo.

Niegan ser antifascistas violentos

Andrés ha declarado que a día de hoy no sabe quién cometió la agresión, que no sabía que la víctima se encontraba en el bar donde ocurrieron los hechos y que se enteró de las declaraciones de los otros imputados durante un careo, siete meses después de su detención.

Tras ser identificado por la víctima como el autor de la agresión, Andrés ha estimado que es posible que de verdad pensara que era él y que haya podido equivocarse porque estaba oscuro en la calle.

Enrique, que ha sido el último en declarar, ha afirmado que el día de los hechos estaba con su novia cuando Andrés lo invitó a tomar algo a Valdemoro, pero no llegó a verlo porque cuando iban de camino en un coche la chica se sintió mal y la llevó al hospital.

Ha asegurado que no tuvo un enfrentamiento con un menor en un bar, que no conocía "de nada" a la víctima, que no sabe quién es Kamil y que no dirigió amenazas a Tamara y Damian, con los que ha dicho que en el hospital de Alcorcón solo habló del estado de salud de su novia.

Los cuatro acusados han negado seguir ninguna clase de ideología antifascista de extrema izquierda, aunque Andrés se ha mostrado en contra del racismo, a la vez que ha reconocido que tuvo dos "roces" con la víctima en los veranos de 2009 y 2010.

Damian ha manifestado que la propaganda antifascista que se encontró en su habitación no le pertenecía y que el día de su detención llevaba una navaja porque iba a hacer una salida al campo esa misma tarde, después del instituto.

El juez ha rechazado, al igual que la Fiscalía y la acusación particular, la nulidad de la intervención de las comunicaciones telefónicas de Enrique y Damian solicitada por los representantes de los procesados.

Lo que sí ha hecho el magistrado es poner en duda la validez la declaración de Tamara ante la Guardia Civil por considerar que se obtuvo "irregularmente", puesto que debió haber comparecido como imputada asistida por un abogado si existían motivos de sospecha.