“Estoy contento de haber dado el Gordo porque es un barrio muy trabajador”

"Yo conozco a tres"; "Hay un chiquillo en el bar, a ver si lo convenzo para que lo cuente"; "Al Cristóbal le ha tocado, que sí"... Y así una y otra vez. En el barrio de la Verneda, uno de los más humildes de Barcelona, se ha extendido hoy un halo de misterio sobre la decena de personas que pueden haber ganado 400.000 euros en la lotería. Antonio Espar, de 64 años, ha vendido una serie del Gordo de la Lotería de Navidad, el 76.058. A primera hora de la tarde todo el mundo decía conocer a uno de los afortunados, pero ninguno de ellos daba la cara.

"Está trabajando, hasta el mediodía no lo sabrá", explica Antonio, que acaba de colgar el móvil después de hablar con su hermano, que dice llevar un número de la administración de Antoñito. Le rodean cámaras, vecinos y periodistas. Él niega repetidamente con la cabeza: "No sé si le ha tocado". Un vecino, entre dientes, suelta: "Anda que no te ha tocado... Vaya fiesta nos vamos a pegar esta noche". La desconfianza frente a la administración 115 de Barcelona, que ha vendido una serie del 76.058, se ha ido adueñando esta mañana del barrio.

Nadie se ha declarado ganador, pero todos creen conocer a uno de ellos. "Que tengo que ir a mi casa a mirarlo", insistía Amparo, tratando de quitarse de encima a los medios, que se ofrecían a acompañarla para comprobar si era una de las afortunadas. "¡Que te ha tocado! ¡Que sí!", le rebatía un vecino a voz en grito, que luego cuchicheaba a los periodistas: "Una vez ya le tocaron los ciegos".

Otros, en cambio, estaban encantados de bañarse en cava frente a las cámaras, saltando como si no hubiese mañana. Sonia, del Bar Bodega Granada, no podía parar de descorchar botellas. "No me ha tocado, pero como si me hubiera tocado igual", aclaraba después. Cristóbal se ponía a gritar, jurando ser vencedor. Pero cuando los colegas le pedían que enseñase el número, se iba arrugando... "Tengo que ir a recogerlo a mi casa", esquivaba. 

Antonio, que tampoco lleva número, decidió surtir de todas formas de bebida a los que se acercasen a la administración. "Estoy agobiado", admitía a este diario, tras sonreír y repetir ante decenas de medios lo feliz que se encontraba. Es "la primera vez" que da un boleto agraciado con el Gordo en los 25 años que lleva al frente de la Lotería. "Nunca nos ha traído suerte, y ahora toda de golpe", decía con bellaquería una mujer. "Estoy muy contento porque este es un barrio muy trabajador", insistía el hombre, ajeno a los comentaros. 

Una billete regalado con mucha fortuna

El Gordo también se ha vendido en la administración "La Bruixa de Ponent" de L'Hospitalet de Llobregat. Hasta allí ha corrido a primera hora una mujer de origen ecuatoriano. Una amiga le había regalado el billete premiado. Los 400.000 euros han sido un golpe de suerte para su portadora, que está en el paro y sin ningún tipo de ayudas, según ha explicado a la agencia Efe. La mujer no quiso dar ningún detalle que permita identificarla, porque "las cosas no están como para ir contando", indicó.

Algunas series del número 76.058, que ha  sido agraciado con el 'Gordo' de Navidad, dotado con cuatro millones de euros por serie (400.000 euros por décimo), han sido vendidas en la ciudad de Barcelona, en Hospitalet de Llobregat, Castelldefels, Igualada, Ripollet y en Andorra. En el sorteo extraordinario de Lotería celebrado hoy en el Teatro Real, el 76.058 se ha dado a conocer a las 10.07 horas y ha sido cantado por Ismael Rastrelli y Sherley Fonseca.

Una tienda de menaje del hogar de Ripollet (Barcelona) ha repartido este sábado 400.000 euros en un décimo del número 76.058. la propietaria del local, Carmen Trinidad, que ha repartido el billete a través de una máquina expendedora de lotería, ha explicado que no se ha quedado ningún número agraciado, algo a lo que ha quitado hierro porque "la suerte ha sido darlo".

El primero quinto premio, el 11.419, ha repartido 2.335.000 euros en las localidades de Vic, Castelldefels, Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).