El sumario del mayor alijo de heroína, cerrado en tiempo récord

La instrucción de la más importante operación policial contra el tráfico de heroína en Galicia, que interceptó uno de los mayores alijos de Europa, se ha cerrado con solo tres imputados de los nueve detenidos por la Guardia Civil en Tomiño, en marzo pasado. La causa ha concluido en tiempo récord por un juzgado de Tui después de que se inhibiese a su favor el juzgado número 2 de Cambados, que investigó el caso.

José González Rolán, alias Pallana, el presunto cabecilla, su sobrino Roberto González y un socio portugués que integraba la organización como correo, son los únicos acusados por la introducción en Galicia de una partida de 107 kilos de heroína turca, valorada en más de tres millones de euros.

El fiscal antidroga Luis Uriarte ya prepara el escrito de acusación contra los tres imputados que todavía permanecen en prisión y que serán juzgados en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Las condenas mínimas que serán solicitadas para cada uno de los acusados superarán los 10 años de prisión por los delitos de tráfico de sustancias estupefacientes que causan grave daño para la salud y pertenencia a una organización internacional.

La operación se desarrolló tras el arresto de Roberto González cuando transportaba en un vehículo siete kilos de heroína. El resto del alijo fue descubierto en Tomiño, durante el registro de uno de los domicilios de los detenidos. La droga estaba dentro de varias bolsas de plástico que se encontraron en tres cajas fuertes enterradas en un corral de ganado y ocultas bajo una capa de estiércol.

González Rolán, con antecedentes penales, era propietario de un concesionario de coches de A Guarda, un negocio que le servía de tapadera para dirigir una solvente y hermética red de distribución de heroína que operaba en el norte de España y Portugal, según la Guardia Civil.

Durante meses fue sometido a una estrecha vigilancia desde que en abril de 2011 le fueran interceptados 4,5 kilos de esta sustancia a dos portugueses cuando los llevaban a su país. La Guardia Civil realizó nueve registros domiciliarios en propiedades de los detenidos ubicadas en las localidades pontevedresas de Tomiño, A Guarda, Cangas y Baiona donde, además de la heroína, se incautaron de 650 gramos de cocaína y 50 kilos de sustancia para corte del estupefaciente.

Para el capitán Joaquín Losada, máximo responsable de la Policía Judicial de Pontevedra, “se trata de organizaciones con una estructura fuertemente cohesionada y sometidas a rígidas normas de control que las hacen casi impenetrables, por lo que resulta muy difícil su investigación”.