El Síndic pide una moratoria en el uso de pelotas de goma

El uso de las pelotas de goma por parte de los Mossos d’Esquadra está en el disparadero. Los proyectiles, que suelen tener un resultado eficaz en la dispersión de masas, se han demostrado también altamente peligrosos. Varias personas han perdido la visión debido al impacto de las bolas que lanzan los agentes antidisturbios y que suelen tener una trayectoria errática una vez rebotan contra el suelo. En el País Vasco, un joven murió en abril debido a un pelotazo en la cabeza.

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, pidió ayer al Departamento de Interior que suspenda de “inmediato” el uso de estas armas por parte de los agentes antidisturbios de la policía catalana hasta que su titular, Felip Puig, presente un informe en el Parlament sobre la peligrosidad del material. Ribó exigió una “moratoria” a la espera de analizar dicho documento. Interior, sin embargo, no va a hacerlo. “Es una cuestión que deberá decidir el nuevo Gobierno”, indicó ayer una portavoz, que aclaró que el informe está prácticamente listo, pero que no se presentará hasta la nueva legislatura. ERC, que será clave en la estabilidad del nuevo Gobierno, anunció ayer que defenderá la prohibición de estos proyectiles por su peligrosidad.

La petición de Ribó es una de las conclusiones a las que ha llegado tras su investigación de oficio sobre el uso de las pelotas de goma y su peligrosidad que arrancó después de recibir cuatro quejas por el uso de este tipo de armas. La primera la formuló el padre de un joven que resultó herido en una carga en una celebración de la Champions en las inmediaciones de la fuente de Canaletes en 2009. Además, otras dos personas han reclamado ante el Síndic por heridas sufridas por los proyectiles, junto a la asociación Stop Bales de Goma.

“Aunque las pelotas de goma tienen la consideración de ‘armas menos letales’, pueden causar graves daños, incluso la muerte”, lamentó el Defensor del Pueblo catalán. Aunque evitó opinar sobre el caso de Ester Quintana. La mujer, de 43 años, perdió el ojo izquierdo durante la huelga general del 14-N. Quintana recibió un impacto, “posiblemente de una pelota de goma”, según Ribó. Pero eludió pronunciarse sobre el caso concreto, a la espera de recibir información de Interior.

El accidente de Quintana ha puesto en un serio aprieto al titular de la cartera, Felip Puig. Este negó tajantemente en el Parlament que los mossos lanzasen pelotas de goma durante la jornada de la huelga general, indicó que solo se lanzaron proyectiles con la lanzadora (un arma de más precisión), y fue más allá afirmando que estos solo se dispararon en la vía Laietana. Quintana recibió el golpe en el ojo, según su propia versión, en la confluencia de la calle de Casp con el paseo de Gracia.

Pero un vídeo demuestra que al menos un agente de la policía catalana disparó aquella tarde del 14-N en roda de Sant Pere. Las imágenes ponen en un brete a Puig, que ha visto cómo su credibilidad se diluía. El director general de la Policía, Manel Prat, se vio obligado a admitir el viernes que Puig no dijo la verdad en el Parlament. Pero no porque tuviese voluntad de mentir, matizan en Interior, sino porque la información de la que disponían sostenía que solo se disparó en la vía Laietana.

Interior ha abierto una investigación, que puede tener graves consecuencias para la cadena de mando de los antidisturbios. Está previsto que a finales de semana se presenten las conclusiones de esa información reservada, según explicó ayer una portavoz de Interior, y se den las explicaciones necesarias. Fuentes policiales aseguran que el vídeo ha levantado polvareda en Interior por las nefastas consecuencias en la credibilidad del consejero. Asimismo, se da por hecho que alguien pagará por lo que se considera como “un error”, un “concepto laxo de vía Laietana”, según fuentes del departamento.

Ribó espera ahora las conclusiones de ese informe que ultima Interior para posicionarse públicamente sobre el golpe que recibió Quintana. Entre el resto de propuestas que hizo públicas ayer, el defensor pidió la mejora de la formación de los policías, que, a su entender, puede estar detrás de los excesos en el uso de la fuerza. Y sugirió que Interior potencie su unidad de mediación, que se creó a instancias de otro informe de Ribó, a raíz del desalojo de la plaza de Catalunya el 27 de mayo del año pasado, cuando los mossos cargaron de “forma desproporcionada” e hirieron a 121 personas (37 de ellas, mossos).

También propuso que se aumente el número de agentes en las manifestaciones, que unidades del Sistema de Emergencias Médicas se empotren con los antidisturbios y que se protocolaricen algunos procedimientos, como el número de avisos y salvas previos a una carga, o las fases antes del uso del material antidisturbios. Además, solicitó que se estudien otros métodos que se usan en Europa para reprimir en caso de conflicto.

El Síndic recordó ayer que uno de sus caballos de batalla es la identificación de los agentes antidisturbios, que siguen sin llevar visible su número profesional porque queda cubierto por el chaleco antitrauma. Algo que ERC se ha comprometido a exigir también en la nueva etapa de Gobierno que se avecina.