Un crimen con giro copernicano
En prisión un nuevo implicado en la muerte de un vecino de Leganés
La investigación por la muerte de Óscar Fernández Garrido, un vecino de Leganés de 25 años que murió de un tiro de escopeta el pasado 17 de octubre, ha dado un giro copernicano. Los agentes del Grupo V de Homicidios han detenido en los últimos días a un amigo de la víctima, llamado Crístofer, que ha ingresado en prisión provisional por orden de la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la localidad. Los policías creen que, tras la muerte de Fernández, puede esconderse un grupo dedicado al cobro de deudas impagadas, frente a la venta de anabolizantes y esteroides referida en un primer momento.
Hasta la fecha solo estaba detenido como presunto autor de la muerte Apolinar Mecheba Watson, alias Api, de 20 años, que debía 10.000 euros a la víctima. El crimen se produjo alrededor de las seis de la tarde en la calle de Diego Marín Aguilera, en el polígono Leganés Tecnológico, dentro del Renault Laguna de Óscar Fernández. El registro de la casa de Api permitió recuperar la escopeta, una AYA robada en diciembre de 2011 en una casa de Chapinería.
La declaración de Api en el juzgado ha sido la determinante de la nueva detención. El supuesto autor material de la muerte dijo textualmente: “Él [Api] pensaba que Óscar le iba a hacer algo, porque ha habido gente que le ha debido dinero y les han dado palizas. No lo denunció porque Óscar no hace la cosa materialmente, sino que manda a gente. Entonces pensó que, si lo denunciaba, mandaría a gente para que le hicieron algo malo al declarante [de nuevo Api] o a su familia”. “Las terceras personas son matones, a los cuales no conocía”, añadió el acusado, que reconoció que disparó la escopeta que estaba en el asiento trasero de Óscar.
La que habla por primera vez de Crístofer en el juzgado es la novia de Api, Miriam C. G. Supuestamente el segundo detenido la amenazó en una ocasión con pegarla en caso de que no le diera un coche como pago de una deuda. Los agentes de Homicidios identificaron a Crístofer y lo detuvieron hace 10 días. Tras pasarlo a disposición judicial, ingresó en prisión.
Fuentes próximas a Crístofer negaron que este estuviera relacionado con una banda dedicada a cobrar impagos. Conocía a Óscar porque ambos entrenaban juntos en el mismo gimnasio. Crístofer también reside en Leganés y se encuentra en la actualidad en paro, según estas fuentes. Esporádicamente trabaja en la seguridad de una discoteca de la localidad. “Es imposible que Crístofer esté implicado en nada porque tiene dos niños y no ha buscado problemas nunca”, señalaron las fuentes.
En un principio se apuntó por parte de la policía que tras la muerte del vecino de Leganés estaba la venta de anabolizantes y esteroides. De hecho, el fallecido, que entrenaba en un gimnasio de la localidad y estaba en paro, se dedicaba a vender este tipo de sustancias a conocidos suyos. En su propio maletero se hallaron algunas pastillas y medicamentos de estas características. También se halló un gran arsenal en el registro de la casa de Api. La propia juez lo reflejó en el auto de ingreso en prisión del supuesto autor: “Se han aportado datos del previo conocimiento entre la persona fallecida y el imputado, dedicándose ambos de alguna forma al tráfico ilegal de anabolizantes”.
La familia de Fernández siempre negó este hecho y apuntó a que el crimen se debió a los 10.000 euros que, presuntamente, le dejó Óscar a Api para que se comprara un coche y que no le había devuelto. Las últimas pesquisas, ordenadas por la juez, amplían sin embargo el radio de acción.
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