Los pactos en los municipios enfrían la ruptura entre CiU y PP
Los cargos locales de la federación nacionalista se muestran reacios a romper con los populares
La nueva legislatura en el Parlament ha cambiado la cara de la política catalana. El Partido Popular, que fue el eje central los dos últimos años, aparece ahora relegado frente a una Esquerra Republicana que negocia con Convergència i Unió para asegurar la nueva etapa del líder nacionalista, Artur Mas. Los republicanos entienden que es incompatible que CiU pacte con ellos y, a la vez, mantenga alianzas con el PP en instituciones tan importantes como la Diputación de Barcelona, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) y algunos Ayuntamientos. Pero los municipios, acostumbrados a cierta independencia, no aceptan la consigna lanzada desde la dirección.
La relación entre PP y CiU está congelada tras la apuesta por la consulta soberanista y la contundente respuesta de los populares, liderada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Por ello Oriol Pujol, secretario general de CDC, anunció que el partido abría “un periodo de reflexión” sobre los pactos con el PP, centrado “claramente” en la Diputación de Barcelona y el órgano de control de los medios. Los nacionalistas también estudiarán, apuntó Pujol, los pactos municipales “caso por caso”.
El primero en frenar el embate de CiU contra el PP fue el presidente de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve. Aunque no descartó un futuro pacto con Partit dels Socialistes (PSC) y Esquerra, el presidente provincial recalcó que, de momento, los acuerdos con el PP siguen “intactos” y no se vislumbraban cambios. También el PP optó por la prudencia. “Respeto la reflexión de CDC después del 25-N”, se limitó a afirmar el vicepresidente primero de la Diputación y líder de los populares barceloneses, Alberto Fernández Díaz.
El batacazo de ERC en las elecciones municipales de 2011 hace imposible un pacto entre CiU y ERC en la Diputación para asegurar la gobernalibilidad. Para alcanzar los 26 diputados que marcan la mayoría absoluta, sería necesaria la participación del PSC en el Gobierno provincial. Los socialistas se abren a negociar, según concretó el primer secretario, Pere Navarro.
En el Ayuntamiento de Barcelona, el PP no está en el Gobierno pero sí garantizó la alcaldía a Xavier Trias
En el Ayuntamiento de Barcelona, el PP no está en el Gobierno pero sí garantizó la alcaldía a Xavier Trias. El alejamiento entre populares y nacionalistas en la ciudad nada tiene que ver con las elecciones del 25-N. Es el PP quien ha puesto las cosas más difíciles a Trias tras el intento del alcalde de acercarse al grupo del PSC, pero sin olvidar a los populares. “No descartamos seguir teniendo una colaboración puntual con el PP, por el bien de la ciudad”, anunció el viernes a RAC-1 Jordi Martí Galbis, presidente de CDC en Barcelona. El deseo de los nacionalistas es seguir gobernando fiándolo todo a la geometría variable. El apoyo de ERC, con solo dos regidores (bajo la marca de Unitat per Barcelona), es insuficiente.
Fruto de las alianzas entre CiU y PP también se formaron un reguero de Ayuntamientos. En Castelldefels, Manuel Reyes, diputado popular tras el 25-N, gobierna con CiU. La alianza se mantiene, aunque ha pasado por varias crisis: el responsable de Hacienda, de CiU, renunció al cargo y en septiembre hizo lo propio la líder local de la federación, Anna Pérez. Adujo “motivos personales”, pero con anterioridad había expresado su incomodidad al pacto con los populares.
En Reus, gobierna el alcalde nacionalista, Carles Pellicer, con el PP y parece que la alianza funciona. “Estamos centrados en gobernar. De momento no hay intención de disolver el pacto, aunque no se sabe qué puede pasar en el futuro”, explican fuentes municipales, informa Mercè Pérez. ERC no tiene representación, por lo que cualquier alternativa al PP pasa porque CiU pacte con el PSC. La relación entre ambos partidos imposibilita ese escenario. Una situación similar se da en Cambrils y Calafell, donde el pacto con el CiU-PP tampoco corre peligro. En El Vendrell, la alianza entre ambos partidos se extiende a PSC y Junts per Vendrell, para frenar a Plataforma per Catalunya.
Caso aparte es Badalona. La abstención de CiU hizo alcalde a Xavier García Albiol, pero no hay un pacto estable y la relación entre ambos partidos se ha enfriado. Para echar al PP, los nacionalistas tendrían que apoyar una moción de censura y dar la alcaldía al PSC, en la oposición tras 32 años en el Gobierno local. Los nacionalistas, liderados por Ferran Falcó, no están por la labor, pero sí prometen una oposición dura.
CiU lo tendrá fácil para cambiar la CCMA, pues la decisión se toma en el Parlament, pero en el resto de instituciones la tarea será más ardua. “Lo que decidamos sobre el Ayuntamiento se hará aquí, no desde la dirección”, avisa un líder local de CiU.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.