_
_
_
_

Detenido un hombre tres meses después de descuartizar a una mujer en Barcelona

El acusado se deshizo del cadáver tirándolo en diversos contenedores de basura

Rebeca Carranco

El 5 de agosto fue la última vez que los compañeros de piso de la víctima supieron de ella. La mujer, de 29 años, se había citado en la plaza de Lesseps, en Barcelona, con Enrique A. G., de 34 años. Una semana después, debido a su inexplicable ausencia, los compañeros de piso de la mujer denunciaron la desaparición ante la policía catalana. Los Mossos d'Esquadra han desentrañado lo que le ocurrió tres meses después y han detenido a Enrique A. G., acusado de haber descuartizado a la mujer y haber repartido sus restos por varios contenedores de Barcelona. Aunque la policía no ha encontrado ni una sola parte del cadáver.

Las investigaciones apuntan a que aquella tarde, después de citarse en la céntrica plaza, la pareja fue a un piso de un jefe del detenido. Enrique A. G. quería mantener relaciones sexuales con la mujer. Pero ella, con unas fuertes convicciones religiosas, se había negado en repetidas ocasiones. Por eso el detenido ya lo había preparado todo para matarla.

Había comprado cúter y cuchillos. Una vez en la casa, golpeó presuntamente a la víctima y la tiró al suelo, dejándola inconsciente, según fuentes policiales. Luego la ahogó hasta matarla, según esas mismas fuentes. Para intentar hacer desaparecer el cuerpo, la metió en la bañera del piso, donde supuestamente la descuartizó.

También se había hecho con varias bolsas de basura, con una maleta y una carretilla para trasladar el cadáver. Las partes menos pesadas, el acusado las tiró en dos contenedores cercanos al piso. El resto, lo transportó en la maleta y la carretilla y se fue deshaciendo de los despojos en los diferentes contenedores que encontraba en su camino.

Así lo confesó él mismo el pasado 25 de noviembre, cuando los Mossos d'Esquadra estrecharon el cerco y le detuvieron. La Unidad Central de Personas Desaparecidas de la policía pasó meses hasta reunir pruebas suficientes para conseguir que el hombre finalmente admitiese el crimen.

Enrique A. G. fue la última persona que la vio con vida. Sus primeras versiones de los hechos eran poco congruentes. Además, los Mossos encontraron diversos elementos que les hicieron sospechar. Como un mensaje de texto que se envió desde el móvil de la víctima, al día siguiente de su muerte. En este decía que se volvía a su país de origen, Ecuador.

Posteriormente, los agentes también descubrieron que el principal sospechoso había pedido a un amigo suyo que mintiese, y que dijese ante la policía que había estado con él el día del crimen. Finalmente, tras un extenso interrogatorio, el acusado acabó confesando que había matado y descuartizado a la mujer. El detenido también se inculpó ante el juez.

La policía catalana intenta ahora dar con los restos de la mujer, aunque ser trata de una labor ingente. El acusado, de origen peruano, ha ingresado en prisión.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_